Epitafios, una superproducción que marcó los primeros años del siglo XXI

Casi que, a su modo, la serie Epitafios se adelantó algunos años a lo que pasa hoy en día. Si bien el policial negro es un infaltable en la historia de la televisión y de las entregas a nivel mundial, hoy día hay una sobreoferta: tanto los canales dedicados al cine como a las series, pero sobre todo las plataformas, están plagados, en su abanico de opciones, de propuestas sobre asesinos, policías que los persiguen, vericuetos más o menos descifrables, muertes y demás.

Pues bien, Epitafios sigue siendo considerada una producción de peso y de muy buen nivel, y no está mal considerarla una casi pionera en la región. De hecho, las crónicas de la época señalaban, entre otras cosas, que el rodaje de cada episodio tomó entre dos y tres semanas, algo inusual para cualquier producción televisiva de la época, más vinculada a los tiempos del cine.

En total fueron 26 episodios divididos en dos temporadas alcanzaron para estar a la altura, siendo estrenada en agosto de 2004 la primera temporada y la segunda recién en 2009.

La historia trata sobre un oficial de policía retirado que es interpretado por un genial Julio Chávez e intenta capturar a un asesino en serie que, por medio de un epitafio, va dejando pistas y, de algún modo, anuncia así quién será su próxima víctima. Protagonizada por Julio Chávez, contó además con un elenco de primer nivel. A saber: Cecilia Roth, Paola Krum, Luis Luque, Daniel Fanego, Alejandro Awada, Juan Minujín y Natalia Lobo. Estuvieron también los papeles estelares y centrales de Antonio Birabent y Leonardo Sbaraglia. Y, por si fuera poco, tuvo la actuación especial del primer actor Lito Cruz, quien hizo su aparición en los primeros capítulos de la entrega universal. Es muy recordada la escena en la que le pide auxilio a Renzo Márquez (Chávez) porque había dos perros furiosos en su casa. De esta manera, Márquez finalmente llega tarde y se encuentra con el peor escenario.

Su primera temporada comienza cuando el agente Renzo Márquez (Julio Chávez) abandona la Policía al sentirse responsable por la muerte de inocentes durante una toma de rehenes en una escuela local. Cinco años más tarde, un cuerpo aparece brutalmente mutilado y todo hace indicar que el crimen se relaciona con los eventos que motivaron el retiro de Renzo. Es a partir allí que empieza a desatarse la ola de venganza en manos de Bruno Costas (un gran papel de Antonio Birabent), un brillante asesino en serie que predice el destino de sus víctimas a través de enigmáticos epitafios. Allí aparece la psiquiatra Laura Santini (Paola Krum), también involucrada en los sucesos de la escuela quien junto a Márquez deberán enfrentar los fantasmas de su pasado e intentar desvelar cada uno de los misteriosos epitafios. A todo esto, Márquez hace las veces de taxista y confidente de una prostituta que en realidad no es más que Bruno Costas.

La temporada dos vuelve a encontrar a Renzo Márquez y Marina Segal, quien aparece en la serie promediando la primera temporada (Cecilia Roth), regresando bajo el mando del comisario Mazzoni, interpretado por Daniel Fanego. Esta vez deben resolver el caso de un asesino con doble personalidad que se encarga de retratar sus crímenes con su cámara fotográfica.

La serie fue emitida en otros canales luego de su emisión original en HBO. Fue estrenada el 14 de agosto de 2004 en toda Latinoamérica. El guion corrió por cuenta de Marcelo y Walter Slavich y la dirección estuvo a cargo de Alberto Lecchi y Jorge Nisco.

Epitafios es la primera serie producida para HBO en Latinoamérica, mientras que la encargada local fue Pol­ka, fue rodada en Argentina en formato de cine 16 mm y fue la primera producción original desarrollada con promociones para formato móvil de video.

A la distancia, fue el desembarco del gigante en el continente. Aunque en la televisión argentina pasarían algunos años para que fuera emitida en pantalla abierta.

La serie no solo fue elogiada por la crítica alrededor del mundo, también estuvo nominada a premios internacionales, entre los que se destacan las nominaciones a los premios Emmy Internacional como mejor serie dramática y mejor actor (Leonardo Sbaraglia); a los Golden Nymph Awards y los Martín Fierro a nivel local. Sin dudas, una serie que envejeció muy bien y a la que siempre se vuelve.