Estrenos y festivales renuevan la cartelera

El primer jueves del mes trae novedades interesantes en materia de producción local y un festival de cine con grandes propuestas documentales

Hasta el 4 de diciembre, en diferentes sedes de CABA se desa­rrolla el Fidba, Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires. En su décima edición hará foco sobre Chris Marker, un mercado de proyectos, charlas y muchas proyecciones.

Ayer abrió con Travesía travesti, de Nicolás Videla (Naomi Campbel, El diablo es magnífico), un potente relato sobre diversidad y lucha. “Abrir el festival es un tremendo honor y placer de compartir este trabajo en una ciudad donde la cultura tiene un lugar trascendental e impacta lo que se allí en la región, permitiéndonos tener una mayor exposición del trabajo”, nos dijo su protagonista, Anastasia María Benavente.

Algo parecido expresó Uli Decker, directora de Anima, my father’s dresses: “Estoy inmensamente agradecida de poder presentarla aquí, porque siento que puede dialogar con mucha gente, principalmente en países de influencia católica. Espero que los espectadores puedan conectar con la película”. Dejando de lado el festival, uno de los grandes estrenos de la semana es Matadero, de Santiago Fillol, que en tres líneas temporales analiza el pasado doloroso de la dictadura y sus conexiones con el clásico de Esteban Echeverría.

“Es muy especial ver la película aquí, porque es un diálogo interno que he mantenido con el país, desde hace 20 años que vivo en España, y en mi maleta interior, está todo el tiempo Argentina, volviendo, pensando, porque es mi patria imaginaria, y El matadero, está en todas las obras de la literatura argentina, y cuando empezamos a pensar la película, entendimos que ese texto, que te lo dan en el secundario, y muchas veces no entendés esa nube de barro, sangre y estiércol, es el tatuaje grado cero que lo vas a ver, además, en otros autores, y era muy significativo que nunca se lo haya adaptado al cine, pero era razonable, porque qué ibas a hacer, es una mezcla de mitología con algo muy real, y creímos que el cine dentro del cine, unos reventando a otros, otros reventando más, y el cine nos permitía mostrar cómo se manipulan las escenas, y al pasar del qué, quién al cómo, tenés un rol más analítico”, comentó Fillol sobre su ópera prima.

Otra primera obra, pero en este caso de Carlos Kbal, rodada en tres provincias y con un elenco encabezado por Jorge Roman, es La luz mala, que llega hoy a salas. “Llego al estreno con un camino aprendido muy importante, y la experiencia con paso y contramarchas por momentos fue abrumadora, pero más allá de todo lo que tenemos que hacer. Más allá de eso quise, como cineasta regional, mostrar los ­contrastes, y los atributos que puede tener alguien de la capital, por ejemplo, ante el mismo trabajo que otro puede hacer en una provincia. Los noticieros hablan del interior de la gente, y tal vez nunca cruzaron la General Paz”, comenzó Kbal sobre su propuesta, y agregó: “La movida con la película empezó el 21 de septiembre en el Festival Lapacho, de Resistencia, Chaco. Nosotros abrimos el festival y se los debía, porque la película fue hecha con equipo de Chaco, Misiones y Corrientes, y nos fuimos a Oberá, al Festival Oberá en Cortos, lo cerramos, fue una proyección muy linda, a sala llena, con devoluciones muy lindas en cuanto a la autenticidad y honestidad de la película, y que se sentían muy representados por ella, porque nosotros tenemos una forma propia de hablar y de vernos y de sentir, en esta región, distinta a cómo sucede en otros lugares. Ahora iremos a Buenos Aires, gente que trabajó en la ­propuesta para que estén presentes, dentro de la pequeña producción, la mayor cantidad de gente ­posible”.

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