Falta y Resto: “Es la tarea del artista hacer la revolución de cada uno”

Fundada en Uruguay, Falta y Resto es una murga que presenta Tintabrava y El Bandón Murguero, un show que recorre, a través de las canciones, las cinco décadas que llevan sobre los escenarios. El espectáculo será liderado por Raúl Castro, que estará acompañado por Andrés Lazaroff (piano y arreglos orquestales y corales), Sebastián Rey (guitarra), Diego Rodríguez (contrabajo), Verónica Rumbo (bandoneón), Gastón Angiolini (bombo y coros), Bruno Bukoviner (platillos), Lucía Hazi (redoblante), Leandro Castro (coros y arreglos corales), Johanna Duarte (coros y voz solista) y Orlando Mono Da Costa (comediante y en coros). En diálogo con diario Hoy, Castro presentó el show que darán en La Plata el próximo 23 de marzo en el teatro Metro, ubicado en 4 entre 51 y 53.

—¿Cómo se preparan para esta fecha en La Plata? ¿Qué se traen entre manos para este proyecto?

—Realmente la fecha que vamos a hacer en La Plata nos llena el corazón con alegrías y reencuentros. Además tenemos esperanza y nos preparamos con mucha expectativa porque el público platense ha sido fundamental para nosotros, es decir en el género todo de murga uruguaya de este lado del río. Ahora que venimos con esta evolución de la murga uruguaya que está vinculada al tango, esta mezcla, La Plata como lo fueron Rosario y Córdoba, serán puntales para la introducción de este género nuevo derivados de otros dos tan populares como lo son la murga y el tango que queremos introducir ahora en Argentina como hace cuarenta años sucedió con la murga uruguaya.

—¿Qué elecciones habrá para el repertorio del ­concierto que darán en este suelo? ¿Cómo se da la selección?

—Las elecciones son hermosas porque están conformadas por las mejores canciones de Tintabrava en toda su historia. Se trata de temas que hicieron famosa la música de Jaime Ross, de Felipe Castro, de los diferentes autores que trabajaron con Falta y Resto. Son canciones que, además, están enmarcadas en un contexto de cuento, el propio Tintabrava lo que hace es contar su historia a través de la génesis de los temas, de todo lo que generaron. De esta manera, se transforma en un espectáculo muy emotivo que no deja de ser una comedia musical, política como una buena murga. Pero, como además incorpora al tango, tiene mucho de tragedia musical y política.

—Para esta ocasión, entonces, ¿qué canciones vas a resaltar? ¿Y por qué unas sí y otras no?

—Las canciones que habrá para este show son ­aquellas que han quedado fundamentalmente en el corazón del pueblo porque, como dice uno de los personajes de la obra, “el corazón del pueblo debe ser un buen lugar para poder disfrutar de la eternidad”.

—Con tantos años sobre las tablas, las giras y las presentaciones, ¿cuál es el balance del camino recorrido?

—El camino andado entre estas más de cinco décadas es una maravilla. Sucede que uno mira hacia atrás y ve una sucesión de mágicos recuerdos que lo acompañan, lo guían, lo llevan hacia horizontes de luz, hacia utopías que vamos a ir alcanzando a medida que vamos transitando la vida. Esta vez con El Bandón Murguero y la nueva formación que propone Falta y Resto estaremos con un show, es un orgullo enorme poder hacer esta aventura, esta travesía, por Argentina, por Rosario, por Córdoba, y esperemos que se repita en la presentación en La Plata.

—¿Qué proyectos se traen entre manos para este 2023? ¿Qué pueden precisarnos?

—Este 2023 es un año bisagra porque, al haber evolucionado junto con la murga porque no solo incorporamos elementos orquestales como el bombo, el platillo y el redoblante, sino además un cuarteto típico integrado por un bandoneón, un contrabajo, un piano y una guitarra, el coro pequeño pero efectivo apuntalando al cantor y al decidor, este formato nuevo ha llegado para quedarse y ha sido una de las revoluciones que seguramente en el siglo XXI vamos a vivir los amantes de la murga y el tango.

— ¿Por qué recomendarían al público que concurra al show?

—Les quiero decir que vengan al teatro porque hay una simple razón, y es que las emociones cuando son verdaderas, cuando son de cuero, de piel, cuando van desde la risa al llanto, cuando van desde la ternura a la bronca, son emociones de verdad. Es decir, son la manera más linda de pasar la vida, hundido en las emociones. Es la tarea del artista hacer la revolución de cada uno, hacer la revolución de cada uno de los espectadores, o incluir por lo menos en ella, para que cada vez se sienta más partícipe de la especie humana.