Entrevista Exclusiva

Julieta Cardinali y Laura Esquivel, las “Claudias” de Maradona: sueño bendito

Sobre la composición del personaje y cómo es interpretar el papel de una figura contemporánea, diario Hoy habló en exclusiva con ambas.

Tras la ansiada espera, finalmente el viernes llegó a Amazon Prime Video Maradona: sueño bendito, con una cuidada producción y detalles que potencian el repaso por la épica vida del ídolo del fútbol, Diego Armando Maradona. En la propuesta, Julieta Cardinali y Laura Esquivel tuvieron la difícil tarea de llevar adelante el rol que representa a Claudia Villafañe, eterna compañera del astro. Sobre la composición del personaje y cómo es interpretar el papel de una figura contemporánea, diario Hoy habló en exclusiva con ambas.

—¿Cómo fue interpretar a un personaje con el que se había generado, en algún momento, determinada presión, siendo que la serie va por otro lado?

—Julieta Cardinali: Como vos bien decís, la serie va por otro lado, y eso nosotras lo supimos siempre. Entonces, por más que esa presión existió, lo que se dijo, se dice. Nosotras

sabíamos qué estábamos haciendo y estábamos muy tranquilas. Para hacer nuestro trabajo con respeto y responsabilidad, junto al director y la producción, nos mantuvimos a un costado. Y en el rodaje nos concentramos en lo que nos teníamos que concentrar. La presión era muy externa, muy fuera a nosotras; estábamos muy contentas con los guiones, los autores son unos genios, y sabíamos lo que estábamos contando.

—Laura Esquivel: Estábamos tan enfocadas en la cantidad de cosas que teníamos que trabajar que no podíamos estar pendientes de lo que pasaba por fuera. Acá hay una idea, guiones, un director que nos marca el norte, un trabajo con Julieta, que hicimos en siete meses; que no se da siempre, de investigar, de ver, de no imitar a Claudia, sino tener su esencia y compaginar con la otra la despedida de una actriz y la llegada de otra y que puedan ver siempre a Claudia. Esa Claudia que acompaña, que era el amor de Diego, desde que empieza hasta lo que llegó después. Había mucho para trabajar.

—¿Cómo vivieron, como mujeres, lo que la ficción contaba de Claudia y su relación con Diego? ¿Juzgan al personaje?

—JC: No, eso es lo maravilloso de la actuación, que si juzgás a un personaje no lo podés hacer. Es como que te toque hacer a Pablo Escobar, al patrón del mal; no lo podría haber hecho el actor. No juzgás a quien tenés que interpretar, sino que lo construís y lo entendés, y desde ahí interpretás. Es el principio de todo, sino es imposible. Acá nos concentramos en contar una historia de amor, que le pasaron un montón de cosas en el medio, muy fuertes, polémicas, controversiales; que pensándolas con la perspectiva de género de hoy no podrías ni contarla, porque estarías contando no esa historia, sino otra.

—Trabajaron juntas para unificar el personaje, ¿en qué detalle lo hicieron ustedes?

—LE: Una de las primeras cosas que hizo el director fue ver qué traía cada una consigo, ver qué le faltaba a la una de la otra. Mi Claudia es adolescente; y en esa etapa sos más ingenuo, dulce, hay algo de descubrir el mundo, otra sencillez. Entonces tuve que trabajar con Julieta aspectos de su madurez. 

—JC: A mí me marcaban mucho la cadencia de la voz de Laura para luego subirla a lo que me tocaba a mí. Trabajamos este ensamble con muchas cosas. Desde el tono de voz, fuimos a una fonoaudióloga. Y eso se pudo hacer por el hecho de trabajar con una plataforma como Amazon Prime Video.

—¿Cómo viven el hecho de rodar y luego tener que callar durante mucho tiempo lo que hicieron por pedido de las empresas?

—LE: Este proyecto se merecía el tiempo, porque es una gran producción. No es fácil contar la historia de Diego haciéndolo en tiempo record. Acá se tomaron el tiempo de investigación, construir los personajes, hacer el casting; rodaron la serie por todo el mundo, y después llegó la posproducción. Se editó en diferentes lugares del mundo, la pandemia en el medio, y el tiempo que pasó se lo merecía la historia.

—JC: Era lógico que iba a pasar esto, claro que se atrasó por la pandemia, porque la posproducción se hizo en otros países. Y creo que la gran diferencia fue el tema de la confidencialidad. Por contrato, no podíamos decir nada, y me llamaban de programas y yo prefería no ir porque no podía hablar. Eso hizo que ahora todos la quieran ver.

—¿Un recuerdo de Diego, imagen, gol?

—LE: Sin lugar a dudas, el ganar el Mundial. No lo viví, soy del 94; y hablando con mucha gente que sí, es mágico saber la alegría que llevó a las casas, con mucho barrio y personalidad arrasadora; sin nervios y presiones de entrar a la cancha la rompió toda. Me quedo con esa imagen y esa alegría.

—JC: Para mí es inevitable recordar “la mano de Dios”.

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