los '90
Regalo del cielo, entre la ficción y la fantasía
En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV argentina, diario Hoy recuerda la novela juvenil creada por Hugo Moser.
En 1991, Alejandro Romay creó el guión de un programa titulado Regalo del cielo, que sería emitido por la señal de su propiedad, canal 9, y dirigido por Hugo Moser. Además, esta fuerte apuesta sería interpretada por artistas de primera línea, tales como Pablo
Alarcón, Germán Kraus, Patricia Palmer y Arturo Bonín, y coprotagonizada por Déborah Warren, Cecilia Dopazo, Emiliano Kaczka, María Pía, Juan Ignacio Machado, María Fiorentino, Raúl Rossi, María Concepción César, Maurice Jouvet y Pedro Aragona.
La historia se centraba en un empresario llamado Antonio Saldívar, que estaba casado y tenía tres hijos. Un día, tomó su auto y, en el camino al trabajo, se percató de que los frenos no funcionaban. Entonces, sufrió un trágico accidente que le costó la vida. En el momento en que su alma viajó al cielo, decidió hacer un pacto con Dios para volver a la tierra y poder desentrañar los hechos alrededor de su muerte. Así volvería a este lado del universo, pero bajo dos condiciones muy especiales. La primera estaría dada por la custodia de un ángel, Gaspar; y la segunda, que solo sería percibido por su hijo menor. De esta manera, comenzarían una serie de travesuras y juegos, que culminarían en la revelación del misterio seguida de un final muy feliz.
Por su parte, la viuda de Saldívar, encarnada por Patricia Palmer, quedó a cargo de la industria textil de la familia y también tuvo que educar a sus hijos, dos de ellos adolescentes. Los abuelos formaban una parte importante del relato; pues ayudaban para que este núcleo pudiera salir adelante con mayores facilidades, y también solucionaban los conflictos suscitados puertas para adentro en un clan que estaba de duelo.
Además, la empresa familiar contaba con un personal muy peculiar, que hacía lo posible por sembrar la inestabilidad. Los villanos de la ficción, interpretados por Débora Warren y Arturo Bonín, eran amantes y compartían su afición a la maldad. Es más, este último fue el responsable de cortarle los frenos al dueño del negocio para poder realizar de las suyas. La mujer también era cómplice y no paró hasta saciar su sed de poder.
Germán Kraus era un tímido hombre que también se sumó al negocio. Era adorable con los jóvenes herederos y se enamoró de la viuda. Pero pasaría mucha agua bajo el puente hasta que pudieran consolidar este vínculo incipiente.
Con un éxito de 40 puntos de rating, la novela fue la elegida para la segunda tarde de la pantalla chica. Pero la entrega del año siguiente no logró cautivar a los televidentes, puesto que hubo un gran cambio en el elenco.