La movida tropical en Argentina

Este país ha sido protagonista del surgimiento de corrientes musicales que han sentado una base digna y exitosa que se rememora hasta la actualidad.

Los años 80 y 90 fueron los protagonistas de los avances musicales en la ola musical que fue naciendo con hits que aún perduran en el imaginario colectivo. Por ejemplo, el grupo Ráfaga estaba plagado de integrantes con atuendos brillosos y majestuosos, hombres bronceados y con melenas extensas que daban lugar a interpretaciones pegadizas junto a las coreografías que todo argentino ha interpretado alguna vez en fiestas familiares, eventos o discotecas.

La banda se formó en 1994 y tenía hasta diez integrantes, tiene una fama estelar y continúa vigente hasta la actualidad. Por otro lado, el primer álbum que lanzaron fue Soplando fuerte, mientras que sus letras daban cuenta del amor, del desa­mor y todas sus vicisitudes.

El vestuario siempre fue muy característico y es un sello que el grupo supo mantener como una marca distinguida hasta la actualidad.

Asimismo, a lo largo del recorrido que han hecho, no solo han trabajado en Argentina, sino que también lo hicieron en los países hermanos y hasta llegaron a Estados Unidos con todo un éxito en la comunidad latina que allí reside.

Por otro lado, los músicos han hecho colaboraciones con otros colegas tales como El Polaco, Mariana Seoane, Alejandro Lerner, Ricky Maravilla, la actriz Jimena Barón y el cantante del grupo Los Charros.

El primer cantante fue Ariel Puchetta y luego ingresó Ro­drigo Tapari, ambos han recorrido también sus carreras como solistas.

Dueños de un gran trabajo estético, sus videos y entregas audiovisuales suelen tener un perfil barroco y romántico.

Hasta el momento, los títulos que han editado son Soplando fuerte, Sobrevolando América, Imparables, Un fenómeno natural, No te vayas, entre otros.

Asimismo, han ganado premios, galardones e hicieron giras alrededor de todo el globo terráqueo.

Red y Green, grupos familiares que estuvieron envueltos en un escándalo

En los años 80, un grupo de hermanos funda el Grupo Green, dueño de hits cumbieros en pleno auge de los años 90 donde la cumbia romántica era la dueña de todas las fiestas y los rankings en las radios. Por aquel entonces Adrián Torres, cuyo apodo era “Chelo”, tomó las riendas de la formación y con su melena larga marcó un sello propio; además, tenía coreografías y todas las adolescentes suspiraban por sus canciones.

En pleno apogeo de shows, presentaciones en toda la provincia de Buenos Aires, conciertos en discotecas, fueron trabajando en los que fueron los lanzamientos de sus discos Golpeando las puertas del cielo, En la cima, Sin límite, Contra viento y marea y Parte de la naturaleza, entre otros.

Luego, llegado 1996, la banda se separó y tomaron dos direcciones diferentes. Es decir, primero quedó Green, con la conducción de Chelo Torres, por un lado, mientras que por otro nació Red, que sería liderado por Javito, el hermano menor del otro cantante.

Cada uno por su parte, lograron muchos éxitos. Green fue una usina de temas nacionales y continuaron con el lanzamiento de éxitos. Es por ello que siguieron La última victoria, Por el destino, Más allá de todo.

Ambas bandas hicieron presentaciones por todos lados y funciones en teatros de renombre como sucedió en el Gran Rex recién llegado el cambio de milenio.

Sin embargo, como no todo lo que brilla es oro, Chelo fue detenido y debió cumplir una condena breve en la cárcel por salir con una joven menor de edad.

Una vez que recuperó la libertad, pudo retomar las riendas de su vida y volvió al ruedo artístico con la misma banda. Asimismo, tiene notable éxito por el revival de los 90 y por estar en boga las canciones más reconocidas que supo crear.

Sebastián, una estrella en ascenso

Nacido en Córdoba, el hombre llamado Daniel Humberto Reyna, más conocido como Sebastián, fue reconocido en los años 80 y 90 por sus performances románticas y los trajes que lucía al cantar. En un principio, la fama y la popularidad llegaron por el trabajo que hizo como integrante del grupo Chévere hasta que luego quiso ir por su carrera profesional como solista.

Con una rapidez total, el hombre supo brillar en su camino por separado gracias a las canciones como Te dicen el bandido, Córdoba linda, Ella es, Chiquilina, Ese es el bongo bongo, En un cuarto de hotel, Así fue, Pollera blanca, Camisa colorada y Movidito, entre otras.

A lo largo de su carrera profesional supo grabar más de 30 discos en todo el país hasta que se convirtió en un ícono del cuarteto cordobés. También llevó su arte hacia otros países y fue el dueño de muchos galardones. Hace menos de una década, una afección comenzó a dejarlo por fuera de los escenarios hasta que se agravó y el divo cordobés se fue de gira eterna.

Volcán, el fuego noventoso

Con 17 años, Roberto Edgar dejó Misiones y se vino a probar suerte a la ciudad de la furia. Allí le fue muy bien pues lideraba Volcán, un grupo de chicos con melena larga, bronceado y lentes de contacto que fabulaban sus ojos claros. Así, la banda tuvo un éxito desde el primer día porque los galanes hacían piruetas y tenían letras pegadizas. Con mucho éxito se convirtieron en los dueños de Esa malvada, un hit que la pegó fuerte con todos los rankings y llegó a ser usada en las canchas.

Los años pasaban y los hits seguían llegando, como también los conciertos, los lanzamientos de discos más presentaciones en fiestas de famosos. Pero como no todo lo que brilla es oro, el líder de la banda sufrió la pérdida de su madre, otros familiares más su mánager y productor en un accidente automovilístico. De esta manera, de la noche a la mañana, todos sus seres queridos habían muerto y se quedó solo a cargo de los hermanos mas pequeños. Todo era desconcierto y tristeza.

Luego de tomarse un tiempo considerable para poder sanar y salir a flote, el hombre se volcó hacia la fe y formó una familia, se casó y tiene una hija. Asimismo, entre medio pudo trabajar como chofer de una limusina destinada a los famosos. Así fue como volvió a codearse con todos y retomó la carrera profesional.

Gilda, la enamorada eterna

Miriam Alejandra Bianchi, más conocida como Gilda, era una maestra jardinera que soñaba con ser cantante. En un principio dividía sus días entre la casa, su trabajo, su matrimonio y la crianza de sus hijos Fabricio y Mariel. La pareja tenía asperezas, se separó y ella empezó a trabajar como cantante de cumbia. Allí se convirtió en un hit y lo dio todo hasta convertirse en una estrella. El hombre se fue a vivir con sus padres y veía a los chicos durante los fines de semana, mientras que ella vivía en un departamento con los chicos.

Por ese entonces, el contexto social era diferente, la mujer no era bien vista si trabajaba en la movida tropical menos si para ello se alejaba de una familia tradicional. Con muchos hits en su haber, se convirtió en una estrella, conoció a su novio y hasta fundaron un dueto muy talentoso. Su mayor éxito fue Fuiste, que marcaba una gran muestra de su talento, se volvieron eternos y también fueron adoptadas por la hinchada de varios clubes.

Un accidente automovilístico dejó sin vida a la mujer, a su madre y a su hija cuando iban a hacer unos shows a Entre Ríos.

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