Los amores del Negro Olmedo

En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV argentina, diario Hoy recuerda la vida sentimental del humorista.

Nacido en Rosario, Alberto Olmedo fue un humorista que triunfó con innumerables producciones. Si bien fue un seductor carismático, a lo largo de su vida mantuvo tres parejas estables. La primera fue la productora Judith Jaroslavsky, a quien conoció en el trabajo en Canal 7. Luego de dos años de noviazgo, pasaron por el registro civil y le dieron la bienvenida al primogénito, Fernando, quien estudió actuación y falleció en el 2000 en un accidente automovilístico junto al Potro Rodrigo.

Con el paso de los años, la pareja entró en una crisis que culminó en una separación. Allí el actor se encandiló con una vedette llamada Tita Russ. La relación se consolidó y nació Javier, mientras que años más tarde lo hizo Sabrina, quien hoy reside en Miami.

Luego de un tiempo en soledad, el Negro conoció a una modelo e incipiente actriz llamada Nancy Herrera, que lo enamoraría. Pese a la diferencia de edad, la pareja se unió en una convivencia que tuvo sus vaivenes. Luego de una distancia prudencial, la pareja se amigó. Sin embargo, ese verano llegó una madrugada fatal.

Según trascendió, empezaron a charlar, se emborracharon y terminaron jugando en el balcón del departamento. Tras una serie de piruetas, la estrella de la comedia culminó del otro lado del espacio y cayó, sin poder ser salvado por la novia.

Semanas después, ella supo que estaba embarazada. Con la muerte del hombre, comenzaron a trascender rumores que hablaban de una vida intensa que incluía el consumo de cocaína y alcohol.

Las estrellas que supieron ascender gracias a los proyectos de Olmedo se quedaron sin trabajo, y Nancy se entregó a la maternidad para luego iniciar una nueva vida.

Entre los amores de Olmedo figuran Susana Romero y Silva Pérez. La primera fue una modelo internacional que cautivó su atención: las noticias indicaron un romance pasajero que luego no pasó a mayores, ni los involucrados dieron explicaciones.

En relación a Silvia Pérez, la mujer comenzó trabajando como modelo y luego fue parte del elenco estable de las comedias del Negro. Así filmó diez películas, se formó en el programa de comedia y tuvo sus desfiles en pasarelas y comerciales.

Las llamadas “chicas Olmedo” debían estar custodiadas por guardaespaldas y la Policía debido a la popularidad que despertaban en el público.

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