Sin el mar pero con el mejor cine de todo el mundo
En un año atípico, la producción del festival se valió de todos los recursos para acercar películas y actividades en un encuentro online inolvidable.
Ya en su recta final, el 35° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata fue la excusa perfecta para ver una vez más las mejores producciones de todo el mundo. Mañana se darán a conocer los ganadores de los premios Astor Piazzolla de cada competencia y se proyectarán dos films al aire libre.
“Para mí es un sueño, porque imagínate que no estuve todos estos años diseñando la película para la Mac e inclusive utilizamos unos lentes 235 en blanco y negro, que es muy cinematográfico. Que haya una proyección a oscuras y que la gente pueda verla sin poder pararla y sin hablar por teléfono es retomar la idea del cine del siglo XX de la sala oscura”, declaró a diario Hoy Alejandro Chomski, director de El país de las últimas cosas, basada en la novela homónima de Paul Auster que se proyectará mañana en el Parque Centenario de CABA.
“Feliz de volver al festival, donde estuve con todas mis películas y fui parte de él y a la vez contento de que después de tantos meses se pueda compartir en vivo una proyección, volver al templo cinematográfico, tener un acto concreto de presentación de la película y al público”, expresó Fernando Spiner, director de Inmortal, que forma parte de la selección del evento y que tendrá hoy proyección presencial.
“El balance de la edición es muy positivo hasta el momento. Hay una clara veta nueva en las proyecciones virtuales y la interacción con el público, teniendo una buena respuesta y llegada. Estamos contentos con las charlas con maestros. En condiciones normales hubiese sido ideal contar presencialmente con ellos. Pero la cercanía e intimidad con los entrevistados se vio en las charlas, algo notorio también en los Q&A posteriores a las proyecciones de cada película. Hay mucha ganancia en esta edición virtual; no es lo mismo que una presencial, pero probablemente muchas cuestiones puedan tener correlato a futuro”, reflexionó Pablo Conde, periodista y programador del festival, ya sobre el tramo final de una edición atípica para todos, pero con la satisfacción de la tarea cumplida.