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Científicos preocupados por el nivel de contaminación en Marte
El primer indicio surgió cuando el vehículo robótico Perseverance detectó unas piezas de “basura” mientras descendía sobre suelo marciano. Se trataba de restos de una red utilizada en una misión anterior.
Durante los últimos 50 años, científicos intentaron casi sin descanso poder llegar al planeta Marte y conocerlo en profundidad. Sin embargo, aunque ningún pie humano tocó la superficie marciana, la basura terrestre allí ya supera las siete toneladas.
Aunque el dato parece inverosímil, todo se debe a la constante investigación del planeta rojo. La Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos Espaciales estima que, a lo largo de esas cinco décadas, se han enviado 18 vehículos en 14 misiones espaciales distintas.
En determinadas misiones, está contemplado que las naves exploratorias se desacoplen de algunos módulos o componentes, a fin de completar su travesía en el planeta. Muchos de estos elementos caen sobre la superficie de Marte y, en algunos casos, permanecen ahí por décadas.
En agosto de este año, el róver Perseverance detectó una de esas piezas de “basura” mientras descendía sobre suelo marciano. Se trataba de restos de una red utilizada en una misión anterior.
El inicio de la basura en Marte
De acuerdo a los científicos, la basura terrestre presente en el cuarto planeta del Sistema Solar proviene de tres fuentes principales: componentes en desuso, naves espaciales inactivas y/o restos de estas que por alguna causa se han estrellado. Cuando se envían máquinas a explorar el planeta, los módulos espaciales van arrojando piezas como redes, escudos términos, paracaídas u otro tipo de accesorios y componentes en medio de su descenso.
Sin embargo, y aunque se trate de piezas de la misma nave, caen en distintos sitios de Marte, expandiendo así el área de los “basureros” humanos allí. Asimismo, los fuertes vientos del planeta solo empeoran la situación en cuanto la dispersión de los artefactos.
En abril de este año, el helicóptero espacial de la NASA Ingenuity captó la carcasa trasera del propio Perseverance. Además de su cubierta, los vientos arrastraron cables, redes y otros elementos por la superficie de Marte.
Lo mismo ocurrió con los róvers Opportunity en 2005 y Curiosity en 2012, cuyas ruedas están deterioradas por el contacto con el suelo marciano y van dejando rastros de aluminio a su paso.
En total, se estima que el ser humano ha enviado casi diez toneladas de desechos producidos por las misiones de exploración e investigación al planeta rojo. De estas, tres continúan activas, por lo que se calcula que el total de basura espacial dejada por el ser humano en la superficie de Marte ronda las siete toneladas.
Si bien la cantidad parece poca en proporción con la enorme superficie marciana, los científicos de la NASA consideran que la basura puede representar un peligro. Esto se debe a que ya se ha ubicado cerca de algunos sitios de descenso, que puede hacer peligrar el buen desarrollo de misiones espaciales futuras.