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El backstage apocalíptico de una película inolvidable

Apocalipsis Now marcó un antes y un después en la historia del género bélico. Lo sucedido durante su rodaje merece un filme aparte.

Apocalipsis Now es una película de guerra estadounidense de 1979 dirigida y producida por Francis Ford Coppola. Pero es mucho más que eso. El guion, escrito por John Milius, está parcialmente basado en la novela corta El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad, un texto en el que Jorge Luis Borges encontró “el sentido del honor, las variedades del alma humana, el destino, el amor, la soledad”. Esta obra maestra del cine cuenta la historia de un soldado de las fuerzas especiales, Benjamin Willard, que, incapaz de retornar a la sociedad civil, se le asigna una misión: eliminar al coronel Kurtz, un soldado que operaba detrás de las líneas enemigas, pero que se ­volvió loco y se convirtió en el líder de una tribu indígena que lo trata como un dios.

La película tuvo uno de los rodajes más complicados de la historia: entre otras cosas, la filmación supuestamente iba a durar seis semanas. Finalmente, demoró más de 16 meses. Además, tuvo que superar múltiples problemas con los actores, especialmente Marlon Brando, que llegó sin haber leído ni una página del guion ni de la novela original, y pesando 40 kilos más de lo que exigía su papel. Por si fuera poco, Martin Sheen tuvo un ataque al corazón durante el rodaje; un tornado destruyó los sets obligando a parar todo durante seis semanas, y el presupuesto se fue de las manos al punto que el propio Coppola tuvo que hipotecar su casa para continuar con la filmación.

El proyecto surgió cuando ­Coppola rodaba The rain people en 1969. En esa época, George Lucas y Steven Spielberg le habían pedido a John Milius que le escribiera una película sobre la guerra de Vietnam. A Milius se le ocurrió adaptar la trama de El corazón de las tinieblas, reemplazando el marco del colonialismo europeo por una dura crítica al intervencionismo norteamericano. Coppola le dio 15.000 dólares a Milius para que escribiera el guion, prometiéndole 10.000 más si este era aprobado. Milius lo escribió durante 1969 con el título “El soldado psicodélico”. Llegó a escribir cerca de diez borradores y se basó en su amigo Fred Rexer, veterano

de Vietnam, para el papel de Kurtz. Le cambió el título, poniéndole ­Apocalypse Now después de ver un pin de moda durante los años sesenta que decía “Nirvana Now”. Originalmente, Milius pensaba hacer una comedia negra, que se filmara en el propio Vietnam durante la guerra con soldados reales y un presupuesto de dos millones de dólares. Sin embargo, para cuando comenzó la preproducción la guerra ya había terminado.

En la primavera de 1974, Coppola revitalizó el proyecto y empezó a producir la película. Le pidió a Lucas y a Milius que la dirigieran, pero Lucas estaba trabajando en Star Wars y la rechazó. Como Milius tampoco la quería dirigir, la responsabilidad terminó recayendo en el propio Coppola. Mientras promocionaba El padrino II, en Australia, el director visitó posibles locaciones debido a la similitud con la selva vietnamita. Finalmente decidió rodar en Filipinas porque tenía acceso a equipos norteamericanos y mano de obra barata.

El presupuesto inicial rondaba los 14 millones de dólares y el elenco iba a estar compuesto por Marlon Brando, Steve McQueen y Gene Hackman. McQueen fue la primera opción para el papel de Willard, pero el actor no quería irse de Estados Unidos durante tanto tiempo.

La siguiente opción fue Al Pacino, quien rechazó el papel porque tenía miedo de enfermarse durante el rodaje en la jungla. ­Coppola recurrió entonces a Martin Sheen. El 1° de marzo de 1976,

Coppola y su familia viajaron a Manila. El equipo fotográfico y de sonido ya estaba en el lugar desde finales de 1975. El 26 de mayo un ­tornado paralizó toda la producción durante semanas y varios miembros de la producción quedaron inmovilizados por la tormenta, otra parte regresó a Estados Unidos y los que quedaron fueron saqueados por nativos.

Coppola, aprovechándose del clima caótico originado por tantos reveses, decidió valerse de su inmensa experiencia para improvisar, y fue construyendo la historia acorde a la situación que estaban viviendo. Como buen jefe de equipo, el director escuchó lo que proponía cada integrante y, noche tras noche, fue reelaborando la historia en busca de un final que resultó más majestuoso que el imaginado antes de emprender esa delirante aventura. Cuando consiguió acabar ­Apocalypse Now, Francis Ford ­Coppola, en 1979, declaró que su película no iba sobre la Guerra de Vietnam, era Vietnam.

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