cultura

El deber de un superviviente

El escritor Elie Wiesel fue sobreviviente de Auschwitz.

Elie Wiesel fue niño en los campos de concentración alemanes y dedicó el resto de su vida a la ardua tarea de ser superviviente. Años después de la guerra, regresó al pueblo en el que había nacido y encontró un escenario casi idéntico. Las mismas moradas seguían de pie. Solo faltaban los judíos. En ese momento recordó su última noche en el lugar, cuando su padre indicó a sus hijos y a su esposa que ocultaran algo valioso para salvarlo del exterminio. Elie fue entonces al pie de un árbol y enterró un reloj de oro que había pertenecido a sus antepasados. No olvidó el lugar de su escondite. Al regresar al pueblo después de la guerra, buscó el árbol. Pudo localizarlo y de modo impulsivo excavó con las uñas. El reloj seguía ahí. Wiesel lo limpió, contempló su carátula, admiró su resistencia. Era lo único que quedaba de su familia. Entonces hizo algo que le resultó inexplicable: volvió a enterrar el reloj.

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