cultura

La Posta de Figueroa, testigo de la historia argentina

Construida en 1755, la Posta de Figueroa fue refugio de próceres y hoy es Monumento Histórico Nacional.

A cinco kilómetros del “Camino Real” que unía Luján con San Antonio de Areco, se encuentra “La Posta de Figueroa”, lugar histórico que funcionó como tal en la época de carros de ganado y arneses.

La “Posta de Figueroa” tiene construcciones que datan de 1755 y es un exponente de los primitivos asentamientos productivos agropecuarios y de la arquitectura que se desarrolló en la región bonaerense durante el período hispano.

Era punto de descanso y abastecimiento para los viajeros y comerciantes que transitaban por allí. La importancia histórica de la Posta de Figueroa radica en las figuras que pasaron por sus tierras.

Juan Manuel de Rosas, un frecuente visitante, utilizó la estancia como refugio estratégico. En 1834, allí escribió su famosa “Carta de la Hacienda de Figueroa” dirigida a Facundo Quiroga, con quien se reunió en ese mismo lugar poco antes del fatídico asesinato del riojano en Barranca Yaco.

Numerosas personalidades estuvieron en la Posta, además de Rosas, como los casos de Estanislao López, Ángel Pacheco, Lucio Mansilla, Juan Lavalle y José María Paz, este último en calidad de detenido.

El 7 de junio de 1988 el Honorable Concejo Deliberante de San Andrés de Giles, según Ordenanza Nº 49/88, declaró monumento histórico municipal a la Estancia “La Merced” o Posta de Figueroa.

Aunque el Camino Real al Alto Perú ya no existe como ruta principal, algunos tramos han sido conservados y se pueden visitar. La Posta de Figueroa es un ejemplo de la arquitectura y la historia de la época, y ha sido declarada Monumento Histórico Nacional en 2023.

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