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Los rascacielos de madera: una tendencia que crece cada vez más en el mundo

Un nuevo enfoque de diseño arquitectónico para una construcción sostenible y eficiente va tomando lugar en el planeta. Noruega posee el edificio más alto hasta el momento y otros países no se quedan atrás.

La nueva era de la madera ha llegado para quedarse. Clave en la edificación, el uso de este material sostenible está cada vez más en las mentes de muchos de los arquitectos del mundo, que buscan innovar e impulsar una nueva tendencia en la construcción.

Se trata de un recurso renovable que aporta grandes beneficios a nuestro planeta. A su vez, es un componente que puede estar disponible indefinidamente. A diferencia del acero o el hormigón, en el proceso de producción se requiere de menores cantidades de energía.

Noruega es un claro ejemplo de esta nueva propuesta en avance, colaboración, innovación y desarrollo. En la ciudad de Brumunddal, a 150 kilómetros de Oslo, está ubicado el rascacielos de madera más alto del mundo hasta la fecha.

El Mjøstårnet comenzó a construirse en abril de 2017 y es un edificio de 85,4 metros de altura. Forma parte de una nueva manera de planificación que demuestra que es posible construir a lo alto con materiales sostenibles.

Diseñado por la firma Voll Arkitekter y edificado con madera contralaminada se llevó adelante realizando cuatro pisos a la vez, en cinco etapas de construcción. Se utilizaron un andamio interno y una grúa grande para elevar las secciones prefabricadas y losas a su lugar.

La ambiciosa iniciativa posee 18 pisos y alberga un hotel, departamentos, oficinas y un restaurante, entre otras áreas. Su inauguración fue en marzo de 2019 y se convirtió en un ícono de la lucha contra el cambio climático.

“Es un recurso renovable que puede reutilizarse y reciclarse y su uso contribuye a contrarrestar el efecto invernadero. También contribuye a un clima interior saludable, regula la humedad y la temperatura, tiene buenas propiedades acústicas y aislantes, y también puede ayudar a reducir el estrés”, sostuvieron desde Moelven, la empresa responsable de la instalación de la estructura de madera de Mjøstårnet.

Sostenible

Un edificio sostenible optimiza el uso de la energía y es más saludable para sus ocupantes: las emisiones de CO2 en el ambiente se reducen entre un 33-39% y el consumo de agua se reduce al 40%. Durante la construcción también se ve el impacto positivo, ya que los residuos disminuyen hasta un 70%.

Existen en la actualidad numerosos proyectos e investigaciones en todas partes del mundo en relación a esta nueva tendencia, que muy de a poco crece y se recorta en el cielo del planeta.

Los rascacielos de madera no se detienen y diferentes países apuestan a esta nueva alternativa. Canadá está proyectando una torre de madera bautizada como Canadá Earth Tower, que se ubicará en el corredor Central Broadway y cuya meta, en principio, es llegar a los 40 pisos.

Tokio también sigue por la misma senda, una empresa japonesa planea construir un edificio de 350 pisos para el año 2041. La compañía Sumitomo Forestry asegura que la obra estará finalizada ese año, coincidiendo con el aniversario número 350 de la empresa. El costo rondaría los 5.600 millones de dólares.

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