paleontología

Neuquén: tras la bajante de un lago, descubren los restos de un dinosaurio gigante

Se trataría del famoso Futalognkosaurus, que vivió en el Cretácico Superior. Los fósiles son de hace más de 90 millones de años y los especialistas trabajan para rescatar las piezas antes de que vuelva a subir el agua. Diario Hoy dialogó con el líder del equipo que realiza las tareas de preservación, quien brindó detalles del espectacular hallazgo.

En descubrimiento y el comienzo de un trabajo a contrarreloj. Gracias a la bajante del lago Barreales, en la provincia de Neuquén, se hallaron restos de un dinosaurio que sería un Futalognkosaurus, un gigantesco herbívoro que perteneció al Cretácico Superior, hace 90 millones de años.

“El área en la que estamos trabajando ha dado en otros sectores dinosaurios carnívoros, así que nosotros siempre vamos revisando cada vez que baja el lago. Aparecieron unos restos de unos huesos largos, que lamentablemente en ese momento no los pudimos sacar por la pandemia. Ahora nos autorizaron y empezamos la excavación de estos restos, que no sabemos qué eran. Han aparecidos huesos grandes de un dinosaurio herbívoro”, le contó a diario Hoy el paleontólogo Jorge Calvo, líder del equipo de trabajo.

El descenso del agua, como ocurre cada año durante estos días, es lo que permitió dejar al descubierto los fósiles, que volverán a quedar tapados dentro de un mes aproximadamente. Por esto, surge la necesidad de realizar las tareas de preservación en el menor tiempo posible.

Cabe señalar que los primeros huesos encontrados estaban cerca desde donde se extrajo hace unos años el Futalognkosaurus, de 30 metros de altura, en tierras pertenecientes a la comunidad Paynemil. Al estar a poca distancia uno del otro y por las semejanzas se podría concluir que puede tratarse de la misma especie, pero aún no está confirmado.

“Hemos encontrado piezas que no estaban en el otro, que tiene un 70% del esqueleto descubierto. Nos faltan huesos de la pata y de la cola y esos los tenemos en este hallazgo”, explicó el profesional. Recalcó que con estas nuevas piezas podrían ampliar la información, en el caso de que se confirme que se trata de la misma especie. Este nuevo ejemplar alcanzaría una altura de unos 15 metros.

“El área que hemos abierto debe tener seis metros por seis metros. Hay huesos por todos lados. Ya no queremos abrir más, porque si destapamos mucho y no los podemos sacar, el agua los va a destruir cuando suba ahora en septiembre”, precisó el especialista.

Sobre el Lago Barreales, el sitio del hallazgo, el investigador manifestó: “En estos tiempos no estaba, este era un bajo gigantesco. El bajo tiene 20 kilómetros de diámetro y ahí se llenó con agua, el agua del Río Neuquén. Es un dique de reserva de agua, pero compensa la crecida del río. Entonces, cuando viene el deshielo, el agua del río en vez de ir a las ciudades deriva a este lago”.

Cuidados

“Ya estamos sacando. Hemos sacado unas seis piezas bastante grandes. Se limpia el área y se va haciendo la excavación alrededor del hueso que vamos viendo y luego se le pone yeso, como una especie de protección para poder trasladarlo hasta el laboratorio. Si uno quisiera retirar el hueso sin yeso se le hace polvo”, indicó el experto y agregó: “En el laboratorio se separa lo que es la roca del hueso, de ahí va a estudio de investigación y después va a publicación científica”.

El grupo de científicos está conformado por Calvo, los geólogos Federico Narváez y Gabriel Asencio, el técnico paleontológico Juan Mansilla y el colaborador Nicolás Fuentes. Trabajan con las debidas autorizaciones del área de Cultura provincial y de la comunidad Paynemil.

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