Ciencia

“Nos proponemos fortalecer las capacidades de investigación y desarrollo”

En diálogo con diario Hoy, el subsecretario de Coordinación Institucional del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, Pablo Nuñez, se refirió al futuro Centro Interinstitucional de Investigaciones del Mar y a la importancia de explorar el Mar Argentino.

El Centro Interinstitucional de Investigaciones del Mar ­(Ciimar) será un campus de investigación y docencia con la participación de diferentes instituciones del sistema, y permitirá generar un importante avance en las investigaciones científicas marino-costeras, profundizando los conocimientos científicos existentes”, le dijo a diario Hoy Pablo Nuñez, subsecretario de Coordinación Institucional del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación.

—¿Cuáles son los objetivos en el ­Ciimar?
—Se propone recuperar un predio y un edifico de 5.500 metros cuadrados, en un lugar simbólico que hoy depende de la Universidad Nacional de Mar del Plata, donde funcionó la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina (ESIM) y un centro clandestino de detención.
El principal objetivo es desarrollar investigaciones en el Mar Argentino, con el fin de contribuir a consolidar la conservación y el manejo basado en ciencia de los recursos naturales; promover innovaciones tecnológicas, aplicables a la explotación sustentable de los recursos naturales y al desarrollo de las industrias vinculadas al mar; y a apoyar nuestros reclamos territoriales en el Atlántico Sur.
El proyecto incluye la refacción del edificio -hoy en desuso- en el predio adyacente al Faro Punta Mogotes. El centro interinstitucional contará con más de 350 integrantes, entre investigadores/as, becarios/as y personal técnico; y requerirá una inversión de más de 9 millones de dólares, que se realizará en 2 etapas.

—¿Está relacionado este proyecto con Pampa Azul, que se relanzó este año?
—El Ciimar está perfectamente orientado con los objetivos estratégicos establecidos por esta nueva gestión de la iniciativa interministerial, ya que Pampa Azul es un programa estratégico dirigido a promover el conocimiento científico, el desarrollo tecnológico y la innovación productiva en el Atlántico Sur, aportando por este medio al desarrollo de una cultura del mar en la sociedad argentina, y embebiendo cada actividad de soberanía sobre nuestro territorio en disputa.
Además de este centro, nos proponemos fortalecer las capacidades de investigación y desarrollo en diversos centros y ciudades costeras, desde la provincia de Buenos Aires hasta la Antártida. También, la inversión en fortalecer las capacidades de investigación en los barcos disponibles, y la formación de recursos humanos. Un ejemplo es el reciente programa de formación de recursos humanos en el marco de Pampa Azul, que tiene como objetivo promover la formación de personal capacitado en ciencias del mar. Este proyecto fue creado desde el Mincyt, junto con siete universidades nacionales costeras.

—¿Qué balance hace de este 2020 tan particular, en donde los investigadores e investigadoras estuvieron a la altura de las circunstancias?
—Será recordado como un año muy difícil y sumamente atípico. El ­conjunto del sistema científico-tecnológico y universitario sin duda estuvo a la altura de las circunstancias, comprometiéndose con el contexto imprevisto que implico la pandemia y haciendo una muy importante contribución.
Desde nuestro sector pudimos aportar las capacidades de los laboratorios para el diagnóstico; el ­desarrollo de kits de diagnóstico molecular y serológicos de Covid-19; el desarrollo informático del sistema de prevención y cuidado ciudadano (Cuidar); el desa­rrollo de terapias, tratamientos y prevención; la secuenciación de más de 500 genomas y estudios genómicos del SARS-CoV-2 (Proyecto País); la detección de coronavirus en el ambiente y aguas residuales; la producción de elementos de protección personal; entre otros tantos proyectos y ­desarrollos.
Entre dos convocatorias a proyectos de investigación orientados a resolver problemas asociados a la pandemia en todo el territorio nacional, se presentaron más de 1.400 proyectos; de los cuales fueron aprobados 200, y trabajaron más de 4.000 investigadoras e investigadores.

—¿Cuáles son los desafíos para el ­próximo año?
—El principal desafío es continuar la reactivación y la inversión en el sistema científico y tecnológico. Los cuatro años del macrismo implicaron un gran freno y retroceso. La discontinuidad en la inversión tiene impactos muy negativos en la continuidad de proyectos, y el destrato a la comunidad científica también.
Es necesario desarrollar una estrategia donde la ciencia y la tecnología, además de contribuir a la mejora del desarrollo productivo, realice un aporte esencial a la búsqueda de equidad e inclusión, promoviendo un desarrollo nacional equilibrado basado en la igualdad en el acceso a la educación, la salud, la alimentación, la vivienda y el trabajo, la igualdad de género y sostenibilidad ambiental.

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