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Se cumplen 100 años del primer asteroide descubierto en Argentina

En 1921, en el Observatorio Astronómico de La Plata se produjo el hallazgo del asteroide Angélica, que marcó un hito en la historia de la ciencia nacional.

Hoy se cumplen 100 años del primer asteroide descubierto desde la Argentina, y fue nada más y nada menos que desde el Observatorio Astronómico de La Plata que se produjo ese evento que quedó en la historia de la ciencia nacional y mundial.

El asteroide fue identificado con el número 965 y recibió el nombre de Angélica en honor a la esposa de su descubridor, el doctor Johannes Franz Hartmann. Este doctor, que había nacido y llegado a nuestro país desde Alemania se hizo cargo de dirigir el Observatorio en el mes de junio de 1921 y realizó grandes aportes al organismo, que quedarían para la posteridad.

Pero el doctor Hartmann no ­trabajaba solo, sino que lo hacía en conjunto con los astrónomos locales Manganiello y Martínez, quienes organizaron un “servicio regular” de observación fotográfica de ­asteroides, cuyos resultados fueron publicados en la prestigiosa revista internacional Astronomische ­Nachrichten.

Según indicaron en sus anotaciones y estudios, el análisis de las ­placas obtenidas el 4 de noviembre de 1921 mostró la presencia de un asteroide muy pequeño y desconocido hasta ese momento, lo que marcó un antes y un después en la ciencia argentina.

Como señalan las crónicas de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP, inicialmente se lo designó como “1921KT”, pero luego se lo denominó Angélica, en honor a la esposa de Hartmann.

Es así que, a partir de sus observaciones y muchos cálculos, el ­astrónomo pudo determinar sus ­elementos orbitales, los cuales fueron publicados nuevamente en el Astronomische Nachrichten, pero en el año 1922. Allí menciona que se puede observar que la órbita de Angélica es muy excéntrica y tiene una gran inclinación.

Pero el gran aporte del doctor Hartmann no culmina allí, ya que el profesional realizó otros dos descubrimientos: uno el 28 de abril de 1924 del asteroide 1029, al cual le asigna el nombre de “La Plata”, en honor a la UNLP; y otro el 10 de mayo de 1932, del asteroide 1254, al que denominó “Erfordia”, en recuerdo de su ciudad natal en Alemania, Erfurt.

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