Desidia y milagro
Un chico se salvó de ser aplastado por una parada de colectivo
Ocurrió en 7 y 55. Mientras el nene de ocho años jugaba, la estructura cedió. El menor no perdió la vida de casualidad.
Pudo haber sido una tragedia, pero terminó siendo un milagro ya que no hubo que lamentar ninguna víctima. En horas del mediodía de ayer, mientras un niño estaba jugando en una parada de colectivos ubicada en pleno centro de la ciudad, en 7 y 55, la estructura se vino abajo y el chico alcanzó a salvar su vida por obra del destino.
“Estaba jugando, se colgó de la baranda y se le vino encima. Estaba con el papá y la tía. Se asustó mucho, después me abrazó”, le contó a diario Hoy Celeste, la mamá, que no descartó realizar una demanda ante las autoridades municipales por el hecho.
Parte de la garita quedó en el cordón de avenida 7, ante la mirada atónita de quienes pasaban por la calle céntrica de la ciudad.
En ese momento se realizaba una movilización de trabajadores del Organismo de Niñez, que circulaban por la zona para dar visibilidad a un reclamo que tiene que ver con aumento de salarios para el sector.
Aún no se conoce el motivo, pero en el lugar se pudo observar también el mal estado de las baldosas, la mayoría partidas.
Hace dos meses, desde el municipio celebraron pintar de color amarillo algunos puestos de diarios y revistas, muchos de ellos pegados a las paradas de micros.
Sin duda la prioridad no ha sido la acertada por parte de los responsables, que deberían restaurar en primer término aquello que resulta esencial para los vecinos. Y que ahora constituye un verdadero peligro que casi se cobra la vida de un nene.
Queda en evidencia la falta de inversión en infraestructura, que ya lleva años sin ser contemplada en términos de transporte. Habrá que ver si este incidente pasa inadvertido por las autoridades locales, o si en verdad tienen conciencia de la situación.
Muy delgada la línea entre la tragedia y el milagro que este lunes, por suerte, les jugó una buena pasada al pequeño y su familia.