Verano en casa: cómo reducir el consumo del aire acondicionado

Refrescar el hogar en los días de mucho calor parece un desafío casi imposible si no se cuenta con dispositivos de refrigeración. Diario Hoy te acerca una serie de consejos para disminuir la temperatura sin que ello se refleje en la factura de luz.

La pandemia de coronavirus obligó a la mayoría de los argentinos a pasar mucho más tiempo en casa, lo que llevó a poner el foco en muchas cuestiones destinadas a mejorar el día a día.

Si bien muchas familias están programando sus vacaciones fuera de La Plata, hay una gran cantidad de ciudadanos preparados para disfrutar de la temporada en la capital bonaerense.

Frente a la inminente llegada del verano, la atención está puesta en reducir la temperatura del hogar sin que eso termine en un aumento considerable de la factura de luz.

Como primera medida, los expertos recomiendan elegir un equipo acorde a los requerimientos del hogar y colocarlo en un lugar estratégico, alejado de los rayos del sol. A la hora de comprar, es aconsejable adquirir un aire acondicionado con la mayor eficiencia energética posible. En este sentido, cabe destacar que los electrodomésticos tienen una etiqueta identificadora en la que se remarca este grado de eficiencia: los de clase A permiten ahorrar hasta un 40% de energía.

Asimismo, es importante no fijar temperaturas excesivamente bajas, ya que esto provocará un aumento innecesario del consumo energético. Para conseguir el máximo ahorro y eficiencia posible, se recomienda situar el termostato entre los 22 y los 26 grados centígrados. De acuerdo a las conclusiones de diversas investigaciones internacionales, el gasto energético aumenta alrededor de un 8% por cada grado reducido.

Al irse a dormir, es importante agregar un temporizador para que se apague de manera automática. En este sentido, cabe destacar que el aire acondicionado puede resecar las mucosas de los ojos, garganta y nariz, por lo tanto no es la mejor opción para refrigerar la casa a la hora de conciliar el sueño.

Además, se recomienda mantener las puertas y ventanas cerradas, con el fin de evitar pérdidas energéticas.
Si bien el aire acondicionado pasó a ser el sistema de refrigeración por excelencia, hay maneras de reducir la temperatura del hogar sin tener que hacer uso de este equipo de manera constante.

En primer lugar, es importante evitar el uso de fuentes de calor como luces, hornos y otras máquinas. Asimismo, se recomienda regar las plantas para refrescar la atmósfera cargada de calor, lo que ayudará a disminuir la temperatura del exterior del hogar.

Por último, se recomienda hacer uso de las corrientes de aire. Es conveniente realizar la ventilación en las primeras horas del día para aprovechar las temperaturas más frescas. También pueden instalarse toldos en las ventanas, lo que permite ahorrar hasta un 30% de energía.

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