Boris Johnson anuncia las sanciones económicas que Reino Unido y sus aliados impondrán a Rusia

Se impondrá la congelación de activos a todos los grandes bancos rusos y se sancionará a más de 100 personas, entidades y filiales, entre otras medidas.

El Reino Unido decidió ayer el cierre de su espacio aéreo a la aerolínea rusa Aeroflot, congeló las finanzas de grupos bancarios y fabricantes de armas y sancionó a otros cinco magnates de Rusia, en respuesta directa al ataque a Ucrania.

Las medidas fueron anunciadas por el primer ministro Boris Johnson ante el Parlamento, donde advirtió que el presidente Vladimir Putin, a quien llamó “dictador”, nunca “podrá lavar sus manos de la sangre de Ucrania”.

Aeroflot, miembro de la alianza internacional SkyTeam con Air France-KLM, ya no volará al Reino Unido.

Además de los cinco bancos ya sancionados el martes, ahora Londres sumó que el gigante bancario estatal ruso VTB tenga congelados sus activos en suelo británico.

En términos más generales, las nuevas medidas “permitirán excluir por completo a los bancos rusos del sector financiero británico, que es el mayor de Europa”, dijo Johnson.

Las medidas también impedirán a las empresas públicas y privadas de Rusia recaudar fondos en el Reino Unido y limitarán la cantidad de dinero que los rusos pueden tener en sus cuentas bancarias británicas.

En total, 100 nuevas entidades están en la mira, entre ellas el conglomerado Rostec (defensa, aeroespacial, tecnologías).

Cinco empresarios fueron añadidos, además, a la lista de personas que tienen prohibida la entrada al Reino Unido, donde sus activos están congelados.

Esa nómina tiene a Kirill Shamalov (petroquímica) -antiguo yerno de Vladimir Putin, según los medios-; Yuri Sliousar (aeronáutica); Pyotr Fradkov (banca); Denis Bortnikov (banca); y Elena Georgieva (banca).

Además, se promoverá una nueva ley que apuntará a cortar exportaciones de tecnología a Rusia, lo que “reducirá las capacidades militares, industriales y tecnológicas de dicho país en los próximos años”, adelantó Johnson.

A su vez, condenó la invasión a Ucrania pero enfrentó cuestionamientos por su pasividad ante el flujo de dinero ruso de origen dudoso ingresado a Londres en los últimos años, participó de la cumbre del G7, bloque que también anunció fuertes sanciones a Moscú.

A primera hora, el premier británico había adelantado las sanciones de varios países occidentales y llamado “dictador” a Putin.

“No podemos mirar hacia otro lado (...) Diplomática, política, económica y militarmente, esta acción atroz y bárbara de Vladimir Putin debe saldarse con un fracaso”, señaló el primer ministro en un discurso difundido por televisión.

El líder abogó además por dejar de depender del gas y el petróleo rusos, que “durante demasiado tiempo le han dado a Putin control sobre la política occidental”.

“No creo que el dictador ruso, con todas sus bombas, tanques y misiles, subyugue jamás el sentimiento nacional de los ucranianos y su creencia apasionada de que su país debe ser libre”, declaró.

El mandatario conservador añadió que la “agresión deliberada y temeraria” de las últimas horas no solo es un ataque contra Ucrania, sino contra Europa central y el resto del mundo democrático.

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