El pueblo de Chile dijo “NO” al texto propuesto como nueva Constitución

Los resultados de la elección del domingo lejos están de ser una reafirmación a las leyes impuestas por la fuerza durante la dictadura de Augusto Pinochet, pero el pueblo chileno exige un articulado mejor para regir sus destinos.

En cualquier clase de educación cívica de colegio secundario sostendrían sin temor a equivocarse que una Constitución Nacional consensuada en democracia es mejor que un texto surgido de un gobierno de facto.

Pero parece que esta lógica no aplica en el pueblo chileno, que tras reclamar abolir la Carta Magna impuesta por el dictador Augusto Pinochet, rechazó el texto propuesto por el gobierno de Gabriel Boric, en lo que parece un paso atrás en la democracia latinoamericana, aunque quizás sea un acto de madurez de su pueblo, todo depende desde donde se lo vea.

Lo cierto es que la sociedad chilena no reafirmó el texto de un dictador, sino que reclamó un mejor articulado de un gobierno democrático para regirse hacia el futuro. Esta es la diferencia que hay que ver luego de que se expresaran en las urnas con una sorprendente (o tal vez no) negativa a la nueva Constitución Nacional.

En ese marco, el presidente Boric sabe que no debe dormirse y por ello ya comenzó las reuniones con líderes de distintas fuerzas políticas y con sus principales ministros en busca de lo que deberá ser en un futuro un articulado de consenso que abarque los intereses de todos

Tras la derrota en el plebiscito del domingo, el mandatario deberá pegar un golpe de timón que muestre un cambio de rumbo, ya que el 62% de los que se acercaron a las urnas rechazaron el texto redactado durante un año y es por eso que deberá avanzar en nuevo proceso constituyente que ahora sí cuente con el consenso de toda la sociedad chilena.

Tras los sucesos de 2019, el pueblo trasandino reclama una nueva Constitución que derogue la puesta en vigencia por la dictadura de Augusto Pinochet y que desde 1980 sigue vigente, profundizando las desigualdades entre los habitantes de Chile.

Por este motivo y atendiendo la voz de un pueblo que se manifestó en las urnas, representantes del oficialismo y la oposición mostraron su voluntad para trabajar de manera conjunta para comenzar a redactar una nueva Carta Magna. “Chile quiere una nueva Constitución. Pero quiere una buena Constitución. No esta que se rechazó”, explicó el analista Roberto Izikson.

El texto rechazado en la elección, establecía un “Estado social de derechos”, con cambios en materia de salud, educación y jubilaciones, con un marcado énfasis en la preservación del medioambiente y de protección de nuevos derechos. Pero por sobre todo, reconocía la plurinacionalidad del país, y otorgaba mayores autonomías territoriales y de justicia para los pueblos originarios, que son la sexta parte de la población chilena.

El articulado incluía además algunos cambios en el sistema político, como la eliminación del Senado y reconocía el derecho al aborto, aunque sin brindar precisiones al respecto.

Bajo este marco y con un largo camino por delante para abordar una nueva Carta Magna (que bien podría demorarse unos dos años) el diputado oficialista Raúl Soto sostuvo que “llegó el momento de la política de los acuerdos, de recuperar la capacidad de entendimiento, que lamentablemente en el último tiempo hemos perdido”.

Pero las reacciones tras el acto eleccionario se dieron también más allá de las fronteras del hermano país, en donde mandatarios y personalidades de la política latinoamericana se expresaron de manera muy diferente ante la voz de quienes votaron.

Una de las críticas más fuertes tras la decisión ciudadana fue la del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien señaló desde su cuenta de Twitter que, con ese resultado “revivió Pinochet”.

“Solo si las fuerzas democráticas y sociales se unen, será posible dejar atrás un pasado que mancha a toda América Latina y abrir las alamedas democráticas” indicó el mandatario.

Con una interpretación diferente del resultado en las urnas, su coterráneo y expresidente de aquel país, Iván Duque, sostuvo: “Habló el pueblo chileno en una bella jornada democrática. Triunfó la sensatez sobre las imposiciones ideologizadas que fracturarían para siempre una sociedad que ha alcanzado importantes logros sociales y económicos”.

Por su parte, el ex mandatario boliviano Evo Morales se refirió al triunfo del Rechazo en Chile al indicar que “no todos los procesos constituyentes son fáciles”

A través de su cuenta de Twitter, señaló que “saludamos la vocación democrática del pueblo chileno que participó pacíficamente en el referéndum constitucional. No todos los procesos constituyentes son fáciles”, y agregó que “la lucha de los pueblos por inclusión, solidaridad y dignidad continuará mientras exista injusticia y desigualdad”.

“En esta fecha, también rendimos homenaje al hermano Salvador Allende que hace 52 años fue elegido como el primer presidente socialista de Chile y reivindicamos su mensaje revolucionario de tolerancia, soberanía y hermandad entre los pueblos libres del mundo”, recordó Morales.

Con una participación de 13 millones de votos sobre un padrón de 15 millones de personas habilitadas, la jornada se transformó en un éxito para una expresión democrática que paradójicamente busca borrar los vestigios de un gobierno de facto, dando un holgado triunfo al “rechazo”.

El tiempo dará los motivos que expliquen esta expresión por la negativa, pero lo cierto es que el país en su mayoría necesita un gran acuerdo político para redactar una nueva Constitución y en ese camino, van los representantes de la política chilena.

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