Irlanda revela miles de muertes de bebés en hogares para madres solteras

La mayoría de las instituciones estaban a cargo de la Iglesia Católica. Unos 9.000 chiquitos murieron, el 15% del total, entre 1922 y 1998.

Más de 9.000 bebés murieron en hogares para madres solteras, casi todos de la Iglesia Católica, en Irlanda, entre 1922 y 1998, reveló un informe encargado por el gobierno.

Las muertes ocurrieron en 18 Hogares para Madres y Bebés, donde se refugiaban jóvenes mujeres embarazadas, muchas veces a causa de una violación. En lugar de protección, allí encontraban maltratos y “una cultura brutalmente misógina”, dijo el ministro de Niñez de Irlanda, Roderic O’Gorman, tras la difusión del in­forme que recopila los datos de una investigación que llevó cinco años, a cargo de una comisión judicial.

Entre los testimonios que recogieron los investigadores en forma anónima, hubo varios que compararon a los hogares con prisiones y dijeron que las monjas acusaban a las mujeres allí alojadas, algunas de solo doce años de edad, de ser “la progenie de Satán”. En muchos casos, las hacían parir sin ningún tipo de asistencia y les quitaban a los bebés para enviarlos a otros países a fin de que fueran adoptados.

Una de las entrevistadas dijo que, en su época de residente de uno de esos hogares, había visto a “mujeres gritando, a una mujer que se había vuelto loca y una habitación con pequeños ataúdes blancos”.

En uno de los Hogares para Madres y Bebés, el de Bessborough, en County Cork, la tasa de mortalidad infantil fue del 75% en 1943.

La investigación se inició cuando una historiadora aficionada, Catherine Corless, dio con un cementerio con tumbas no identificadas en Tuam. Allí había visto, durante su infancia, a los niños extremadamente delgados salidos del hogar. Resultó que en ese cementerio había 796 bebés enterrados. Es uno de los datos que aparecen en el informe oficial, de más de 3,000 páginas. El último de una serie de reportes que sacaron a la luz algunos de los peores abusos cometidos por la Iglesia Católica en Irlanda.

El gobierno irlandés analiza iniciar acciones legales en los casos en que puedan certificarse actitudes criminales.

Además, el primer ministro, Micheál Martin, extenderá hoy una disculpa formal en el parlamento a todos los afectados por los horrores perpetrados, durante lo que él describió como “un capítulo oscuro, difícil y vergonzoso de la historia irlandesa más reciente”. Además, invitará a la Iglesia a emitir su propio pedido de disculpas.

También se proveerá una compensación económica y asistencia psicológica a las víctimas, y se elaborarán proyectos de ley que permitirán exhumar los restos y autorizar a las sobrevivientes el acceso a información que hasta ahora les estaba vedada.

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