Policías franceses condenados por la muerte de un hombre

Tres agentes pertenecientes a la Policía francesa han sido inculpados por la muerte de un hombre de 27 años durante los disturbios que sacudieron a Marsella a finales de junio e inicios de julio. La fiscalía informó sobre las inculpaciones en relación con la muerte de Mohamed Bendriss, un repartidor cuyo fallecimiento inicialmente se había atribuido a un accidente de tránsito.

El incidente tomó un giro inesperado cuando la autopsia reveló una marca en el pecho que podría haber sido causada por una bala de goma, conocida como Flash-Ball o LBD, utilizada por las fuerzas de seguridad en Francia. Los tres agentes enfrentan cargos de homicidio involuntario por el “uso de la violencia con armas”.

Asimismo, permanecerán bajo control judicial, con prohibición de entrar en contacto con las partes civiles del caso y de “participar en el marco de su actividad profesional en intervenciones relacionadas con violencias urbanas y con grandes eventos en la vía pública”, según informó la fiscalía.

La Policía y la Gendarmería habían desplegado un amplio contingente en Marsella para sofocar las protestas que surgieron tras la muerte de Nahel M., un adolescente de 17 años que fue asesinado por un disparo de la Policía durante un control de tráfico en un suburbio de París. En ese ­contexto, la muerte de Mohamed ­Bendriss agregó más combustible a las críticas contra la actuación policial en Francia.

La primera versión de la fuerza indicaba que el adolescente había tratado de embestir a los agentes con su vehículo, pero un video ampliamente difundido mostró que le disparó a quemarropa al arrancar su auto durante el control. En esta línea, la fiscalía estimó que la situación no presentaba las circunstancias necesarias para que el efectivo abriera fuego.

La Justicia decretó prisión preventiva por homicidio voluntario para el policía de 38 años, autor del disparo que, según su abogado, pidió “perdón a la familia” de Nahel.