Rusia considera que las negociaciones con Ucrania no estuvieron "a la altura de las expectativas"
Pese a la predisposición de las partes en esta tercera mesa de diálogo, el país gobernado por Putin espera avances "más significativos".
La tercera ronda de conversaciones ruso-ucranianas, en busca de una solución al conflicto internacional, no estuvo "a la altura de las expectativas de Moscú", dijo el representante ruso en esa mesa de negociación Vladimir Medinsky.
"Esperamos que la próxima vez podamos lograr un avance más significativo", añadió en una rueda de prensa, ofrecida tras las negociaciones que se desarrollaron este lunes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, y que estaban centradas -según el jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinski- en los corredores humanitarios.
Antes de que comience la reunión, se pudo saber que pese a la predisposición de las partes para volver a sentarse a negociar, las expectativas no eran buenas. El presidente ruso, Vladimir Putin, puso como condición previa la aceptación por parte de Kiev de todas las exigencias de Moscú, especialmente la desmilitarización de Ucrania y un estatuto neutral para el país.
Además, el Gobierno ucraniano rechazó los corredores humanitarios que evacuarían a miles de civiles hacia Rusia y Bielorrusia tal y como propuso Moscú.
Por su parte, el representante ruso en las negociaciones entre Moscú y Kiev acusó a Ucrania de impedir la evacuación de civiles de zonas de combate y de "usar a los civiles directa e indirectamente incluso como escudos humanos, lo que es claramente un crimen de guerra".
Este lunes, el ejército ruso anunció la suspensión temporal de ataques en algunas zonas con fines humanitarios y la apertura de corredores para evacuar a civiles de Kiev, Jarkov, del puerto sitiado de Mariupol y de la localidad de Sumi, cerca de la frontera rusa.
Pero la mitad de estos corredores se dirigen a Rusia y Bielorrusia, lo que "no es una opción aceptable", dijo la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereschuk.
Los civiles evacuados de las ciudades de Jarkov, Kiev, Mariupol y Sumy "no irán a Bielorrusia para luego tomar el avión e ir a Rusia", advirtió.
La ofensiva rusa, lanzada el 24 de febrero, llevó a más de 1,7 millones de personas a salir de Ucrania, según la ONU, y muchas más fueron desplazadas dentro del país o están atrapadas en ciudades bombardeadas por Rusia.
En respuesta a la ofensiva, los países occidentales impusieron sanciones sin precedentes contra empresas, bancos y oligarcas para asfixiar la economía rusa y presionar a Moscú a detener su asalto.