Casi la mitad de los hogares perderá subsidios de luz y gas

El esquema que impulsa la administración de Javier Milei reduce los subsidios energéticos y anticipa subas en las tarifas de luz y gas.

El Gobierno de Javier Milei avanza con un nuevo esquema de subsidios energéticos que impactará en millones de hogares argentinos. La medida, prevista para enero de 2026, redefine la asistencia estatal en electricidad y gas, tanto natural como de garrafa.

La Resolución 484/2025 publicada en el Boletín Oficial convocó a una audiencia pública para discutir los llamados “Subsidios Energéticos Focalizados”. El proyecto elimina la segmentación vigente por ingresos y la reemplaza por un esquema binario. En la práctica, casi la mitad de los hogares perderá las bonificaciones que hoy alivian las facturas de luz y gas.

Actualmente, 9,2 millones de argentinos reciben subsidios eléctricos y 5,1 millones cuentan con ayuda estatal en el consumo de gas por red. Con el nuevo esquema, sólo seguirán accediendo al beneficio quienes tengan ingresos menores a tres Canastas Básicas Totales, que en octubre superaron los $3,6 millones según el Indec. Comercios, industrias y familias de ingresos medios y altos quedarán directamente fuera del beneficio.

Cabe señalar que la transición será gradual. En enero se aplicará una bonificación extraordinaria del 25%, que se irá reduciendo dos puntos por mes hasta desaparecer en diciembre de 2026. El Gobierno defiende el plan como un intento de “focalizar” la asistencia, pero en los hechos implica un ajuste que golpea a millones de familias.

Electricidad: menos cobertura, más costos

En electricidad, los hogares subsidiados tendrán una bonificación del 50% siempre que no superen los 300 kWh en invierno y verano, y los 150 kWh en primavera y otoño. Si se exceden esos límites, el costo adicional deberá pagarse sin descuento. Hasta ahora, los usuarios de bajos ingresos tenían bonificado todo el consumo de hasta 350 kWh mensuales, mientras que los de ingresos medios recibían cobertura hasta 250 kWh. El recorte es evidente y significa menos energía subsidiada y más gasto directo para las familias.

La Secretaría de Energía proyecta que, con los cambios, el 35% de los usuarios pagará una factura promedio menor a $22.000, el 66% menos de $44.000 y el 81% por debajo de $67.000. Sin embargo, estas cifras se basan en consumos controlados y no contemplan aumentos estacionales ni la inflación acumulada.

Gas y garrafas: subsidio parcial y limitado

En el caso del gas, el subsidio del 50% sólo se aplicará entre abril y septiembre. En primavera y verano todos los usuarios deberán pagar la tarifa plena. Según cálculos oficiales, el 56% de los hogares abonará menos de $14.000 en invierno, el 75% menos de $56.000 y el 83% menos de $73.000. Pero la estacionalidad deja a millones de familias sin cobertura en meses de consumo significativo.

Los usuarios de garrafa incluidos en el Programa Hogar recibirán una bonificación equivalente al valor de una garrafa de 10 kilos en invierno y al 50% del costo durante el resto del año. Para acceder al beneficio, deberán reinscribirse en el sitio web de la Secretaría de Energía.

El plan de Milei se presenta como una política de “focalización”, pero en los hechos implica un ajuste que recorta derechos y traslada la carga a los hogares. La reducción de subsidios se convierte en una nueva prueba de fuerza entre el Gobierno y la sociedad, en un contexto de inflación persistente y salarios que no logran recuperar poder adquisitivo.

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