Cayó un 12% el poder adquisitivo y la desigualdad sigue creciendo
Según un informe publicado por la UCA, la población perdió alrededor de un 12% de poder de compra, siendo la clase baja la más afectada.
Como ya había demostrado el Indec en sus estudios, la pobreza y la desigualdad crecieron y eso también se ve reflejado en un trabajo de la Universidad Católica Argentina (UCA). Este indica que en el último año los ingresos de la población cayeron un 12% promedio, y se evidenció en todos los segmentos sociales, pero de manera mucho más notoria en los estratos más bajos.
Según el informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la (UCA), denominado Cambios en el bienestar y la distribución del ingreso, entre el segundo trimestre 2023 e igual período del 2024 se evidenció un empobrecimiento de la población. Se ve sustentado en la pérdida de capacidad de consumo en un escenario de alta inflación, ausencia de mejoras en los ingresos y aumento acelerado de precios.
“El estrato más bajo fue el que debió afrontar una caída más significativa de su poder de compra. De esta forma, se amplía la brecha de ingresos en los estratos más bajos con respecto a la línea de indigencia y pobreza”, se indica en el informe, ya que, a pesar de que la caída del ingreso afectó a toda la población, el sector más vulnerable fue el más golpeado.
La caída en números
El ingreso promedio de la población disminuyó de $330.658 pesos a $289.562 pesos (medido a precios del segundo trimestre de 2024), una caída del 12,4%. Sin embargo, en el sector más rico, la caída fue del 8,9%, mientras que en el más pobre la caída en los ingresos llegó al 16,1%, casi el doble.
“El período 2023-2024 se caracteriza así por un deterioro del bienestar, pero diferenciado al interior de la estructura social”, señalan en el documento, y agrega: “Todos pierden, pero los estratos más bajos pierden más en términos absolutos y relativos. Esto da lugar a una profunda caída del bienestar económico y a una distribución de los ingresos más regresiva”.
Asimismo, el informe sostiene que hubo un descenso en términos reales del volumen de ingresos en los hogares que proviene del mercado laboral, como también en los recursos monetarios no laborales. “Se mantienen desigualdades estructurales en lo que refiere a la composición de los ingresos de las unidades domésticas: estratos bajos con mayor dependencia de ingresos no laborales y una mayor participación de ingresos laborales entre los hogares de estratos más altos”, afirman.
Por otra parte, el informe indica que durante el segundo trimestre del 2024, el 20% de la población de menores ingresos se apropió de apenas el 5% de los recursos monetarios totales, mientras que el 20% de mayores ingresos concentra el 49,3%.
Por este motivo, los especialistas advirtieron un crecimiento en los niveles de desigualdad. “Esto se refleja en un incremento del índice de desigualdad de Gini, así como también un aumento de las brechas de ingresos entre quintiles extremos”, señalaron. La semana pasada, el Indec reportó que el coeficiente de Gini creció del 0,417 al 0,436 en el segundo trimestre.
De esta manera, el trabajo no solo refleja la caída del poder de compra de la población, sino que deja a la vista el deterioro social que provocan las políticas de ajuste llevadas adelante por el Gobierno.