Críticas a la cúpula del macrismo por la fiesta de Carrió en plena cuarentena

Horacio Rodríguez Larreta y Mario Negri fueron cuestionados por participar de la polémica celebración, con mariachis incluidos. La líder de la Coalición Cívica había criticado al Presidente de la Nación por el festejo de la primera dama en Olivos. El recuerdo de otra reunión festiva que tuvo como protagonista a Carrió, también con mariachis.

El revuelo que ocasionó la revelación de que la líder de la Coalición Cívica (CC), Elisa “Lilita” Carrió, había festejado su cumpleaños el año pasado, en contexto de aislamiento obligatorio, con mariachis y más de 70 invitados, entre ellos las más altas figuras de Juntos por el Cambio, continuó ayer, cuando representantes del oficialismo “apuraron” a integrantes del frente macrista para que pidan disculpas por haber hecho lo mismo que le criticaron fuertemente al Presidente de la Nación, Alberto Fernández.

El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, es uno de los que estuvieron en la fiesta, y ayer el diputado nacional Carlos Heller, del Frente de Todos (FdT), consideró que es “una vergüenza” que no haya pedido perdón por eso, como sí lo hizo el Presidente tras la difusión de la fiesta de cumpleaños de su pareja Fabiola Yáñez en la Quinta de Olivos.

También el radical Mario Negri, titular del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara baja, fue objeto de críticas. La también diputada nacional, pero del FdT, Gabriela Estévez, de Córdoba, dijo que es “una burla” que Negri haya exigido al mandatario nacional una actitud ejemplar cuando él fue a la fiesta clandestina de Carrió. “Coherencia por favor”, pidió Estévez a través de su cuenta de Twitter.

Carrió fue denunciada en la Justicia por el abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten, quien también realizó una presentación contra el expresidente Mauricio Macri. Ambas denuncias son por haber violado el aislamiento obligatorio dispuesto en el contexto de la pandemia del virus SARS-CoV-2.

La propia Carrió, como varios se encargaron ayer de recordar en las redes sociales, había criticado al Presidente Fernández por la fiesta en Olivos y sugerido que se había cometido un delito. Tras la denuncia, la líder de la CC dijo que había sentido “mucha tristeza” y el deseo de irse del país.

No es la primera vez que Carrió festeja con mariachis. En 2017, celebró así el cumpleaños número 15 de la Coalición Cívica, el partido que fundó. En ese festejo estuvieron Rodríguez Larreta, Negri, la entonces gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y otras figuras del macrismo (por entonces Cambiemos, hoy Juntos). La concurrencia a su fiesta de cumpleaños en plena pandemia tuvo muchos nombres en común con aquella celebración.

La doble vara y la política soberbia 

El jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, criticó ayer la existencia de una “doble vara” cuando se trata de criticar acciones o errores según vengan del Gobierno o de la oposición. Lo hizo en referencia a la ya resonante fiesta de cumpleaños de Elisa Carrió, con mariachis y siete decenas de invitados, entre ellos algunas de las más encumbradas figuras de lo que hoy es el frente macrista Juntos.

Y tiene razón el jefe de Gabinete, porque muchos de los que participaron de esa fiesta, en violación de los protocolos vigentes, diseñados para contener la propagación del virus SARS-CoV-2, habían criticado al Presidente Alberto Fernández por haber participado de otra celebración, mucho menos concurrida, en la Quinta de Olivos. Y entonces, los mismos que en aquella ocasión se rasgaban las vestiduras hoy no aplican el mismo criterio a sus propias acciones.

Ni Horacio Rodríguez Larreta ni Mario Negri pidieron disculpas por haber participado en esa celebración que implicaba, entre otras cosas, un peligro sanitario, como sí lo hizo el Presidente, en cuanto se supo de la existencia de aquella fiesta, la del cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yáñez. Y ahora, figuras del oficialismo les reclaman fuertemente un acto de contrición y de humildad que no parecen estar dispuestos a adoptar.

Rodríguez Larreta, Negri, la propia Carrió y también otros dirigentes de Juntos como la exgobernadora María Eugenia Vidal (aunque no haya estado en la fiesta de Carrió), cuya campaña fue cuestionada por Cafiero, forman parte de lo que podría llamarse la “política soberbia”: ese círculo de figuras de alto perfil que esgrimen conceptos como la moral y el republicanismo cuando les sirve para atacar a otros, pero se sienten por encima de tales cuestiones cuando se aplican a ellos.

Es de esperar que los argentinos les hagan sentir que estas cosas no son gratis, y que el precio de la soberbia puede ser un baldazo súbito de humildad que los ponga en su sitio.

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