“Demandamos a los poderosos que ayuden a remediar los daños que provocaron”

El Presidente Alberto Fernández cuestionó al FMI y condenó la especulación financiera al exponer ante sus pares en el G20. Además, propuso incorporar a la Celac.

En el marco de la primera sesión de la cumbre del G20 que se realizó durante la jornada de ayer en Nueva Delhi, India (ver página 7), el Presidente Alberto Fernández propuso la integración de la Co­munidad de los Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), cuestionó al FMI por aferrarse a “sus dogmas y mostrarse incapaz de nuevas soluciones”, criticó que se siga prolongando la invasión rusa en Ucrania y condenó “la especulación financiera, las restricciones, los bloqueos y las barreras comerciales”.

“Celebro la incorporación a este G20 de la Unión Africana. Es un acto profundamente justo que permite conocer y atender las necesidades de ese maravilloso continente. Aspiro a que en el futuro se pueda sumar a este foro a la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac), que sobrelleva problemas similares a los que afronta África”, postuló Fernández en el inicio de su intervención.

Asimismo, planteó que “el sur global existe y muchos de los países que lo conforman padecen economías endeudadas por los condicionamientos impuestos por el sistema financiero internacional que tantas veces criticamos”.

Tras mencionar que la Argentina sufrió la “peor sequía de los últimos cien años”, el mandatario dijo que además el país tuvo “una caída de las exportaciones equivalente a tres puntos de nuestro PBI”, con lo cual “el cambio climático alteró todos nuestros planes”.

Y cuestionó: “El FMI, del que somos deudores, se aferró a sus dogmas y se mostró incapaz de innovar con nuevas soluciones para enfrentar la catástrofe”.

También afirmó que “la mayor parte de los países del sur global somos acreedores ambientales” y agregó: “No fuimos los causantes de semejante trastorno climático. Aun así, en todo este tiempo pusimos oxígeno donde otros contaminaban, pero nadie reconoció nuestro aporte”.

En otro tramo, el mandatario argentino exhortó a sus pares a “trabajar con más ­firmeza para poder consolidar un mundo más justo en un ambiente más sano”, y consideró que la pandemia “no nos ha conmovido lo suficiente como para rebelarnos ante tamaña desigualdad”.

También advirtió que “preocupa el hambre y la seguridad alimentaria, que está en crisis porque millones de personas no acceden a los alimentos, y esto sucede en gran medida porque hemos permitido que los derivados financieros contaminen el comercio de productos necesarios para la alimentación y los conviertan en un objeto más de la especulación en los mercados de futuro”.

“América del Sur puede contribuir a saciar el hambre que hay en el mundo, pero no podrá hacerlo si interfiere la especulación financiera o si priman las restricciones, los bloqueos y las barreras comerciales. Los enormes subsidios que otorgan unos pocos países son distorsivos para el comercio”, cuestionó en su mensaje.

Asimismo, aseveró que “la guerra desa­tada en Europa con el avance de Rusia sobre Ucrania profundizó también la crisis energética”, y en ese sentido dijo que Argentina está “comprometida con el mundo en procura de una transición hacia energías renovables”.

Para ello, el Gobierno argentino se propuso “alcanzar un desarrollo neutral en carbono en el 2050”, pero expresó que para lograrlo el país necesita “el auxilio de los países desarrollados, teniendo en cuenta la equidad y el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas”.

“Demandamos a los poderosos que ayuden a remediar los daños que provocaron. Es hora de entender que está en juego la preservación de la vida humana”, concluyó Fernández en su primer discurso.

Luego, por la tarde, fue el momento de su segunda intervención ante los líderes del G20, donde llamó a combatir los “discursos del odio que exaltan las dictaduras y propalan la discriminación y el autoritarismo”.

“La Argentina promueve y protege los derechos humanos. Nuestra visión es integral, y alcanza tanto a los derechos civiles y políticos como respecto de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales ya reconocidos. Volver atrás en los derechos otorgados solo debilita a la sociedad que los pierde”, aseveró el mandatario.

En ese marco, dijo que “el valor de la democracia se pone en tela de juicio y el Estado de derecho termina enfrentado a los discursos del odio que exaltan las dictaduras, niegan los genocidios y propalan la discriminación y el autoritarismo”.

“Estas conductas asoman en todos nuestros países y no debemos mirar pasivamente cómo ese accionar se multiplica. Debemos actuar convenciendo a los descreídos y ­aplicando la ley a quienes quieren ignorarla”, agregó el jefe de Estado ante los líderes mundiales.

Y añadió: “Frente al odio que algunos expresan, debemos imponer el ejemplo de nuestras Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que todavía siguen buscando a sus hijos desa­parecidos y a sus nietos y nietas robados en medio de la masacre pidiendo justicia sin transitar el camino de la venganza”.

Por último, expresó: “Cuenten con la Argentina para avanzar hacia un futuro donde el azar del nacimiento no sea una marca indeleble de la inequidad. Cuenten con la Argentina para construir un mundo más justo, cooperativo, pacífico y fraterno. No hay por delante nada que importe más”.

Reunión con Kristalina Georgieva

Según informaron fuentes oficiales, el Presidente Alberto Fernández mantuvo una extensa charla con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, en el marco del G20, donde hablaron sobre el hecho de que el staff del organismo “muchas veces termina haciendo cosas que no son las que pide la política ni de Estados Unidos ni del resto del mundo”.

En la conversación, la jefa del FMI se comprometió una vez más a solucionar esta situación y además precisó que en noviembre el organismo va a tratar el tema de los sobrecargos, un pedido que viene reclamando el mandatario argentino.

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