Dura advertencia del FMI por la falta de reservas
Mientras se acerca la primera revisión de metas, el Fondo le exigió al Gobierno más reservas, reformas reales y menos especulación financiera.
En medio de una creciente tensión cambiaria y cuando se acerca la primera revisión de metas del nuevo acuerdo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) criticó con dureza al gobierno de Javier Milei. Si bien reconoció cierta mejora en los "fundamentos macroeconómicos”, advirtió que las reservas siguen en niveles "críticamente bajos" y que aún falta cumplir con varias condiciones clave para la estabilidad.
El informe realizado por el organismo forma parte del “Reporte sobre el Sector Externo”, donde el Fondo analiza la situación de distintos países. En el caso argentino, el FMI planteó que la posición externa de 2024 fue más débil de lo esperable y exigió más esfuerzos para consolidar el rumbo.
Reservas al límite y sin inversiones reales
El organismo consideró esencial recomponer reservas, mantener una balanza comercial positiva y atraer inversión extranjera directa. Pero el Gobierno, hasta ahora, ha priorizado medidas que atraen capitales especulativos antes que productivos.
El informe subraya que el balance de cuenta corriente cerró 2024 con un déficit de 0,5% del PBI, cuando debería registrar un superávit de al menos 1,4% para recomponer reservas de manera sostenible. Según estimaciones privadas, el BCRA necesitaría USD 57.800 millones en sus arcas bajo un esquema de tipo de cambio flotante.
A eso se suma la advertencia de que el tipo de cambio argentino terminó 2024 sobrevaluado entre un 15% y un 25%, lo que también conspira contra la competitividad.
Más reformas, menos relato
El Fondo también apuntó contra el relato oficial. Aunque valoró el giro hacia un régimen cambiario más flexible, aclaró que se necesitan políticas macroeconómicas más consistentes y reformas estructurales concretas que impulsen la productividad.
Además, reclamó una “flexibilización cuidadosa” del cepo, acompañada por medidas “macroprudenciales” que eviten flujos financieros de corto plazo. Se trata de una crítica directa al modelo financiero del Gobierno, que no logra generar confianza ni atraer inversiones sostenibles.
El diagnóstico llega en un momento clave ya que el 1 de agosto vencen pagos por casi USD 850 millones y el Gobierno espera el desembolso de USD 2.000 millones. Pero el FMI, por ahora, pone más condiciones que certezas.
