El Ejecutivo renueva deuda y esquiva el riesgo inmediato
La licitación de septiembre cubrió vencimientos, pero la tensión sigue vigente.
El Gobierno logró renovar la totalidad de los vencimientos de deuda en pesos en la licitación de septiembre, adjudicando $7,339 billones frente a ofertas por $7,738 billones, con un rollover del 130%. El resultado, celebrado por la administración libertaria, llega en un contexto de restricciones cambiarias y tras un posible swap con el Tesoro de Estados Unidos que aliviaría momentáneamente la presión sobre las reservas. Parte del éxito se explica por la fuerte demanda de bonos dólar linked, impulsada por las recientes liquidaciones de exportadores del agro.
La licitación evidenció además la fragilidad de la estrategia financiera del Gobierno, con tasas levemente inferiores a las anteriores y un cambio abrupto en el menú de instrumentos. El viraje respondió a la presión de los mercados, que empujaron a la Secretaría de Finanzas a ampliar la oferta de títulos atados al dólar, mostrando que la desconfianza por el peso continúa intacta.
Cabe mencionar que, aunque se captaron $1,708 billones adicionales que serán depositados en el Tesoro en el Banco Central, los vencimientos de octubre ascienden a $27,6 billones, la mitad en manos privadas, lo que mantiene en tensión la gestión de la deuda.
La operación confirma que, más allá de los anuncios triunfalistas, el esquema de financiamiento sigue altamente dependiente de la dolarización y del apoyo externo.
