El Senado decidirá mañana si Ramos Padilla desembarca en La Plata

Es el juez de la causa por espionaje ilegal durante el macrismo. Se postula para encabezar uno de los juzgados federales más importantes, con competencia en temas electorales. Los tironeos con Comodoro Py. Qué puede pasar con la investigación.

El Senado de la Nación decidirá mañana si aprueba el pliego del juez federal Alejo Ramos Padilla, a cargo de la investigación por el espionaje ilegal a propios y ajenos durante el gobierno macrista, para hacerse cargo del juzgado federal con competencia electoral de nuestra ciudad.

La designación de este magistrado al frente del Juzgado Federal nº 1 de La Plata, cargo para el que había resultado el mejor calificado en el concurso correspondiente, fue decidida por el Presidente de la Nación, Alberto Fernández. A fines de noviembre último, el Poder Ejecutivo envió al Senado el pedido de acuerdo para habilitar su traslado de Dolores a La Plata.

Se trata de uno de los juzgados más importantes de la Provincia, ya que, además de tener intervención en las causas penales de carácter federal, también tiene competencia en lo electoral, un tema de vital gravitación política.

Diputados de la Coalición Cívica presentaron impugnaciones a su designación en La Plata por considerarlo un “juez militante”, pero Ramos Padilla se defendió de las imputaciones frente a los senadores en la reunión del 21 de diciembre de la comisión correspondiente y los legisladores no insistieron con esas objeciones, por lo que mañana se tratará su pliego en el recinto.

“Proyecto AMBA”

A mediados de diciembre último, Ramos Padilla procesó al extitular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el macrismo, Gustavo Arribas, y a quien fue su segunda al mando, Silvia Majdalani, por el “Proyecto AMBA”, la estructura de espionaje a referentes políticos, organizaciones sociales, gremialistas y activistas de todo tipo montada en sedes de inteligencia de la provincia de Buenos Aires.

Más de 45 organizaciones y centenares de personas fueron espiadas en territorio bonaerense, como informó diario Hoy en su edición del 2 de enero. Esa trama se investiga en varias causas ju­diciales en distintos distritos.

A fines del año pa­sado, la Comisión Provincial por la Memoria de­nunció que los intentos de llevar uno de los expedientes, que se tramitan en los tribunales de Lomas de Zamora, a los de Comodoro Py, en el barrio porteño de Retiro, buscan la “impunidad” de los acusados. Ocurre que Comodoro Py es, para el Gobierno, una usina de lawfare o guerra jurídica contra exfuncionarios kirchneristas, azuzada por el expresidente Mauricio Macri y sus adláteres.

Ramos Padilla también procesó al fiscal y exministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, y a Marcelo D’Alessio, un falso abogado, como presuntos integrantes de una asociación ilícita dedicada al espionaje y la extorsión. A mediados de 2019, el magistrado ya había procesado al periodista Daniel Santoro por esto último. De hecho, la causa del “Proyecto AMBA” surgió a partir de una denuncia por la extorsión presuntamente cometida por esta asociación ilegal.

En la mira del macrismo

Ese mismo año, el gobierno de Mauricio Macri promovió el juicio político a Ramos Padilla, argumentando que su actuación en el expediente por el espionaje había sido “irregular y violatoria de los deberes de imparcialidad y reserva que todo juez debe guardar” y que había hecho de su investigación “una cuestión política y mediática”.

Ramos Padilla ya había quedado en la mira del macrismo cuando, a solo días de la asunción de Macri, emitió un fallo en contra de la designación “a dedo” de los jueces Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, omitiendo el envío de sus pliegos al Senado.

En el concurso realizado en el Consejo de la Magistratura para el cargo en el juzgado platense, Ramos Padilla lideró la terna; el secretario del Juzgado Federal 3 de nuestra ciudad Jorge Di Lorenzo salió segundo; y Laureano Durán, secretario de la Cámara Penal, quedó en tercer lugar.

Este ya había sido designado juez subrogante de ese juzgado, pero su designación fue cancelada por el “fallo Uriarte”, en el que la Corte Suprema determinó la inconstitucionalidad del sistema entonces vigente para los reemplazos de jueces.

La causa más importante

Hijo de otro juez federal, Juan Ramos Padilla, que hace pocas semanas pidió el juicio político para los integrantes de la Corte Suprema por el fallo que confirmó la condena al exvicepresidente de la Nación, Amado Boudou, Alejo está al frente del único juzgado federal de Dolores desde 2011. Pasar al de La Plata cerraría una etapa de diez años en su carrera judicial.

¿Qué ocurriría entonces con la investigación del espionaje ilegal? Ramos Padilla se ha mostrado reacio a “soltar” la causa más importante de su vida y, en particular, a dejarla derivar hacia Comodoro Py. En marzo del año pasado, a través de una serie de resoluciones, rechazó pedidos de transferir partes de su expediente a colegas de los tribunales federales de Retiro.

Luego, Majdalani presentó un pedido para que el expediente pasara a Comodoro Py. El magistrado rechazó ese pedido y al poco tiempo procesó a Stornelli; meses después, también a Arribas y a la propia Majdalani.

¿Puede ocurrir, ahora, que al menos parte de la investigación termine quedando en manos de algún juez federal de Retiro? Es posible. El expediente es tan voluminoso y las presentaciones fueron tantas que el destino de sus diversas partes está sometido a decisiones de la fiscalía (que debe pedir la elevación a juicio), de la Cámara Federal y de la Cámara de Casación.

“Va a ser un megajuicio”

“El expediente podría desdoblarse y una parte quedar en Dolores para que se siga investigando. La causa tiene muchísimas ramificaciones, cientos de cuerpos, miles de folios. Pero en general podemos decir que la instrucción ya está completa. Hay una gran cantidad de prueba y el expediente está en condiciones de ir a juicio oral. Va a ser un megajuicio”, dijo una fuente judicial a Hoy.

En caso de que una parte de la causa quede en Dolores, lo más natural, explicaron los voceros, sería que ese remanente fuera a parar a manos de alguno de los jueces federales de los distritos más cercanos a Dolores: Mar del Plata, Azul o Necochea. Los candidatos a “heredar” la causa serían entonces los magistrados Bernardo Bibel, Gabriel Di Giulio o Santiago Inchausti.

Bibel, de Necochea, ya tuvo intervención en la megacausa del espionaje: como miembro de la Cámara Federal de Apelaciones marplatense, junto a su par Eduardo Jiménez, concedieron a mediados de enero, en plena feria judicial, las apelaciones presentadas por Stornelli y D’Alessio a sus procesamientos por parte de Ramos Padilla.

Noticias Relacionadas