El Senado postergó el pedido de endeudamiento de Kicillof
La legislatura bonaerense volvió a ser adversa al gobernador, que buscaba contar con la principal herramienta de financiamiento.
Con trabas tanto en la oposición como en el oficialismo, el Senado bonaerense decidió no incluir en el temario de la sesión de este jueves el pedido de endeudamiento impulsado por Axel Kicillof. De esta manera, dejó al gobernador sin la principal herramienta de financiamiento que buscaba para sostener su gestión previo al recambio legislativo.
El pedido del Ejecutivo al Senado bonaerense era autorización de la toma de deuda en pesos “por hasta un monto equivalente a 1.045 millones de dólares, con el objeto de afrontar la cancelación y/o renegociación de deudas financieras y/o judiciales no previsionales, y/o de los servicios de deudas”. Asimismo, permite que el Tesoro General emita letras por hasta 250 millones de dólares, para tomar hasta 1.045 millones de dólares de deuda y emitir letras por el equivalente a 250 millones de dólares en pesos.
Desde el arranque, la iniciativa despertó fuertes resistencias. La oposición planteó que no iba a convalidar un nuevo cheque en blanco sin antes discutir el Presupuesto 2026, mientras que parte del propio oficialismo puso reparos.
Los legisladores de La Libertad Avanza (LLA) fueron los más tajantes. Ya habían anticipado que no acompañarían el proyecto y señalaron que Kicillof buscaba seguir hipotecando a la provincia con más deuda, sin mostrar un plan de gestión claro ni transparente.
En tanto, el radicalismo condicionó cualquier respaldo a que el tratamiento se haga de la mano del presupuesto, mientras el PRO reclamó una distribución de recursos para los municipios.
Sumado a esto, el oficialismo mostró diferencias internas entre camporistas y kicillofistas que dejaron al Gobernador expuesto frente a la oposición, que aprovechó para endurecer sus condiciones.
Desde la Casa de Gobierno minimizaron el ruido y defendieron que el pedido de deuda no se trataba de un endeudamiento nuevo, sino de una refinanciación de obligaciones heredadas de la gestión de la exgobernadora María Eugenia Vidal. Sin embargo, el argumento no alcanzó.
El traspié en el Senado deja a Kicillof debilitado en la pulseada con la oposición y en la interna con sus propios socios políticos. Mientras tanto, la Provincia se queda sin los fondos frescos que esperaba usar para obras y programas.
