“Es una propuesta antigua, demagógica, fracasada e inconstitucional”

En diálogo con diario Hoy, el profesor y subsecretario de Relaciones Internacionales e Institucionales de la Jefatura de Gabinete bonaerense, Mario Oporto, manifestó su postura frente a la idea de Javier Milei de “voucherizar” la educación pública.

El extitular de la cartera educativa bo­naerense y actual subsecretario de Relaciones Internacionales e Institucionales de la Jefatura de Gabinete de la Provincia, Mario Oporto, dialogó con este multimedio sobre las consecuencias que traería a la Argentina la aplicación del modelo educativo propuesto por el candidato a presidente de La Libertad Avanza, Javier Milei.

Con respecto al sistema de vouchers, Oporto consideró que “es una propuesta anticuada, equivocada, segregacionista (porque va a fragmentar más la educación), demagógica (porque es irrealizable), privatizadora y además va en contra de la mejor tradición argentina de la educación pública”, al tiempo que explicó que “lo único que intenta es impactar en lo que podríamos llamar el marketing político”.

“Esta propuesta, como ya se sabe, trata de implementar una lógica de mercado en el sistema educativo, partiendo de la concepción de que la educación es un bien económico y comercial, y por lo tanto se busca financiar la demanda, en lugar de la oferta estatal para garantizar el acceso a la misma para todos como derecho”, explicó el experimentado profesor de Historia, quien además tiene un largo recorrido en la política argentina.

Asimismo, señaló que el modelo que La Libertad Avanza intenta implementar “ya tuvo un rotundo fracaso en algunos países del mundo, desde fundamentalmente los años 90, y que siempre revistió desde su origen un carácter antidemocrático, mercantilista y racista”.

En esa línea, explicó que su origen, aun cuando muchos se lo atribuyen a un párrafo del libro de Milton Friedman de los años 60, nace una década anterior en Estados Unidos “como una manera de oponerse a la integración racial, actuando como un avance de los sectores más discriminatorios de ese país”.

“A finales de los años 50 se utilizaba para socavar la educación pública, porque los vouchers eran una herramienta necesaria para eludir la ley, que en Estados Unidos trataba de fomentar la integración racial en las escuelas. Por lo tanto, es un sistema que se opone al avance de la igualdad y se asienta en una concepción racista en su origen”, agregó Oporto.

Y enfatizó: “Era fomentar la libertad que se propagandizaba para que una familia tuviese el derecho de no mandar a sus hijos a una escuela donde hubiese negros”.

En ese sentido, dejó en claro que “es una propuesta muy precaria, irrealizable, anticonstitucional, y lo único que hace es tratar de engañar a la gente y actuar sobre el sentido común; parece una propuesta efectiva y simple, pero la verdad es que lo que está fomentando es achicar la escolaridad, ir en contra de la escuela estatal, fomentar la educación privada y sacarle al Estado la responsabilidad de cumplir con la educación obligatoria desde los cinco años hasta el final del secundario”.

En contra de esa idea, el exdirector general de Cultura y Educación bonaerense manifestó que, para él, “se debería implementar un sistema educativo con escuelas más eficientes y más autónomas, con capacidad para tomar decisiones”, como por ejemplo “contratar el personal me­diante concursos por escuela, con equipos directivos de dedicación exclusiva, con la responsabilidad de que quien gana el concurso deba quedarse un determinado lapso de tiempo para llevar adelante un proyecto educativo de continuidad, y restringir, por lo tanto, la movilidad permanente de los docentes que afecta al proyecto educativo”.

“Y que esa autonomía se dé dentro de un sistema coherente u homogéneo, en donde el Estado tome decisiones centrales, las ejecute descentralizadamente a través de las provincias, y que cada escuela tenga un gran margen para organizarse libremente”, remarcó.

Asimismo, consideró que, para lograr mejores resultados de aprendizaje, el camino “no es excluir a los alumnos más vulnerables”, ni “tratar que los alumnos con más posibilidades estén en la escuela privada, y dejar en las escuelas públicas a los que tienen menores posibilidades de educarse”.

“Este sistema propuesto va en contra de la ley de la Constitución, pero fundamentalmente del espíritu humanista que plantea la educación como un derecho humano y no como una mercancía. Cuando se la lleva exclusivamente al terreno del derecho individual, se convierte en un derecho para pocos y va en contra de un ideal cultural colectivo de una educación gratuita y estatal, como los argentinos hemos construido en nuestro sistema”, explicó Oporto, y sentenció: “Una medida así va a producir fragmentación, estratificación y desigualdades en el sistema”.

También especificó que “no va a poder ser controlada, ni suficientemente regulada, va a llevar a problemas de calidad y rendimiento” y que, sin duda, “los alumnos van a segregar a los estudiantes por intereses y por características, las escuelas van a segregar a los estudiantes por lo mismo, afectando la convivencia. Esto en la Argentina llevaría a una catástrofe al sistema educativo”.

En relación a los resultados que dejaron las PASO, Oporto opinó que “la Argentina contemporánea es novedosa, donde ya no se polariza entre dos fuerzas, sino que se distribuye entre tres, y eso va a generar un nuevo sistema político que todos tenemos que defender en el marco de la democracia”.

Para finalizar, el educador y político manifestó que “Argentina tiene para mostrar al mundo muchos logros a través de su historia, y hoy hay banderas que son irrenunciables a partir de esos logros, como la educación pública, la calidad y la producción de sus científicos, la paz, la democracia, la defensa de los derechos humanos, el ser vanguardia en leyes igualitaristas con respecto al género. Una Argentina que está orgullosa de su integración social con respecto a todos los hombres y mujeres del mundo que quieran habitar su suelo, las migraciones, la denuncia permanente y constante a través de la memoria de las dictaduras militares”.

Y concluyó: “Esa es la Argentina que queremos, y quienes quieran destruir esa colum­na vertebral de su riqueza, que dio y sigue dando grandes pensadores, grandes intelectuales y científicos de altísima calidad, lo harán en nombre de una supuesta ganancia y rebaja de gastos o de costos; esa va a ser una Argentina mucho menos humana y mucho menos igualitaria”.

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