Fentanilo contaminado: La causa judicial avanza a paso lento
Pasados más de tres meses de conocerse las primeras muertes, recién ahora el Cuerpo Médico de la Corte Suprema empezó a analizar las historias clínicas de los fallecidos.
Como sucede generalmente en la Justicia argentina, la causa judicial por el fentanilo contaminado, a cargo del juez federal Ernesto Kreplak, avanza de manera lenta pese a ya contabilizar 96 muertes. Pasado más de tres meses de que se conocieron los primeros decesos, el Cuerpo Médico de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) comenzó a analizar las historias clínicas de los fallecidos.
Este lunes se iniciaron las pericias de 20 historias clínicas de personas que fallecieron, aparentemente, tras el suministro de fentanilo adulterado que fue elaborado en los laboratorios HLB Pharma y Ramallo. Esta acción establecer si los decesos estuvieron relacionados con fallas multiorgánicas provocadas por el opioide.
El informe definitivo del Instituto Malbrán será determinante para confirmar cómo se produjo la adulteración y qué responsabilidad tuvieron los laboratorios en el proceso.
De confirmarse la relación directa entre las muertes y el producto defectuoso, el juez Kreplak podría imputar a Ariel García Furfaro, dueño de ambas firmas, y a todo su equipo de trabajo.
Juez tortuga
Desde las familias de las víctimas exigen que el juez Kreplak acelere la causa. En diálogo exclusivo con diario Hoy, el abogado Álvaro Núñez cuestionó la semana pasada que, después de más de tres meses que se descubrió la tragedia, el magistrado citó a declarar como testigos a familiares de víctimas.
También reprochó que, si bien hay 24 sospechosos cuyos bienes fueron embargados, no hubo ni un solo detenido hasta el momento, ni siquiera un imputado. Sobre esta cuestión, el magistrado explicó en una reciente entrevista que para llegar a la instancia indagatoria se debe haber reunido toda la prueba, y que hasta ahora se procedió con embargos, allanamientos y prohibiciones para salir del país.
“El dueño del laboratorio, el que pone la firma y el sello para decir que las ampollas tienen que tener determinados tipos de sustancias y ser fabricadas de tal manera, habilitó un lote alterado. Es una prueba contundente, ¿qué nos haría falta? Ya se sabe que las ampollas salieron con dos bacterias en la línea de producción. ¿No es motivo suficiente para que esté imputado?”, analizó el abogado.
Otra de las cuestiones que resaltó Núñez es la relación del juez con una figura clave en el sistema de distribución de medicamentos y control sanitario: el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, hermano del magistrado. Este vínculo “está muy fino con la ética jurídica”: “Tendría que dar un paso al costado”.
“Eventualmente el ministro de Salud puede llegar a tener responsabilidad, en mayor o menor medida, con lo que esté investigando el hermano”, sostuvo. Sobre un posible vínculo del funcionario con el caso, explicó: “El Ministerio de Salud no tiene responsabilidad de control, pero sí en las consecuencias ulteriores. Cuando hay algún brote epidemiológico, como es esto, el hospital debe dar aviso al Ministerio, y este debería haber arbitrado los medios necesarios para frenar esta situación que está ocurriendo. Esto no pasó”.
