Importaciones, deudas y mercado: cruje el modelo libertario

Las compras al exterior rompen récord, al igual que el endeudamiento de las familias. Se consolida el bajo consumo y se aleja la ayuda de Estados Unidos.

"Abróchense los cinturones” fue la frase que quedó resonando de la alocución de Javier Milei en la Corporación América durante esta última semana. Con el triunfo electoral y con el apoyo político (pero ya no económico) de Estados Unidos, el Gobierno nacional se envalentona. Además de ir por reformas estructurales para que apruebe el Congreso (en materia tributaria, penal, previsional y laboral), acelera en la consolidación del modelo económico, que excluye a la mayor parte de la población.

Apertura importadora

Una de las inconsistencias del modelo de Milei y Caputo es la apertura discriminada de las importaciones y el incentivo de un dólar barato. La consecuencia directa es simple de explicar: si es más barato comprar afuera que producir en el país, cierran fábricas. También se aplica al turismo: es más barato vacacionar en Brasil que en Mar del Plata.

En este marco, las importaciones de bienes de consumo rompieron el récord histórico. Según un trabajo del economista Martín Polo, con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), tocaron un techo de 1.190 millones de dólares este año. Esto significa un aumento del 59,4% en las cantidades, a pesar de una baja en los precios del 6,7%.

“Tenemos que reventar stock para cubrir gastos corrientes”, graficó un empresario en diálogo con Ámbito Financiero.

Deuda récord

Otro de los desafíos que enfrenta el sector productivo local es la baja sin piso del consumo. Luego de una caída de más del 20% en 2024 respecto al año anterior, en los últimos meses las ventas en supermercados y autoservicios siguieron marcando una retracción interanual, es decir, en comparación con un año pésimo como fue el 2024.

Por ejemplo, la consultora Focus Market relevó una caída del consumo masivo en septiembre del 6,3% frente al mismo mes del año pasado. En tanto, el Indec arrojó un derrumbe de las ventas en mayoristas en agosto del 8,4% respecto al mismo mes del 2024, cuando ya había registrado una caída del 15,1%.

Ahora bien, como en el 2024, el Gobierno apunta a reanimar la demanda con el regreso del crédito. Sin embargo, esta vez parece más complejo: el endeudamiento familiar es récord.

De acuerdo al último Informe sobre Bancos del Banco Central (BCRA), la morosidad en los hogares creció desde el 6,6% en agosto al 7,3% en septiembre. Se trata del cuarto récord consecutivo que se rompe desde que comenzó los registros, en enero de 2010. Si se toma la evolución en el último año, casi que se triplicó este número: en septiembre del año pasado el ratio de irregularidad del crédito destinado a las familias se ubicaba en 2,6%. Desde entonces, creció todos los meses.

El incremento se concentró en dos líneas: préstamos personales (trepó del 8,2% al 9,1%) y tarjetas de crédito (d el 6,7% al 7,4%).

Se cae la ayuda

Sumado a todo esto, días atrás The Wall Street Journal reveló que los principales bancos de Estados Unidos decidieron “archivar” el plan de rescate financiero por 20.000 millones de dólares que el gobierno de Javier Milei negociaba para blindar su programa económico.

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