Industria en retroceso y un modelo económico sin horizonte
La caída industrial refleja un rumbo económico que posterga inversión y derrumba el empleo
La economía argentina atraviesa un nuevo retroceso industrial que confirma la debilidad del modelo económico. Según los últimos datos oficiales, la utilización de la capacidad instalada volvió a caer y las fábricas producen muy por debajo de su máximo potencial. El consumo interno se mantiene en baja y la falta de previsibilidad macroeconómica desalienta la inversión, en un contexto de presión financiera y pérdida de competitividad frente a la región.
De acuerdo a informes de consultoras privadas, el impacto se refleja en sectores sensibles como la construcción, las pymes manufactureras y el comercio minorista, que acumulan caídas interanuales y pérdida de empleo. Mientras algunos rubros exportadores logran sostenerse, la mayoría del entramado productivo del país permanece en crisis. La política económica, concentrada en el ajuste fiscal y la contención cambiaria, no ofrece alivio ni oportunidades para el sector industrial.
Ante este presente, los analistas advierten que sin un cambio de rumbo la recesión se consolidará. La inversión privada sigue paralizada por la incertidumbre política y la falta de crédito, mientras que el gasto público en infraestructura se reduce en nombre del equilibrio fiscal impulsado por el Gobierno libertario. La producción fabril muestra escasa recuperación incluso en los meses de mayor actividad, y las expectativas empresarias anticipan un cierre de año sin señales de repunte.
La discusión ya no pasa solo por el ritmo del ajuste, sino por la viabilidad de un modelo que privilegia la austeridad por encima del desarrollo. Sin medidas que impulsen la productividad y el empleo, la economía se encierra en un círculo de bajo crecimiento que limita la recuperación y posterga la expansión del aparato productivo.
