Kicillof denunció persecución y pidió la reclusión domiciliaria para De Vido

El gobernador bonaerense, ministros e intendentes firmaron un petitorio que denuncia persecución política y exige la atención médica urgente del exministro.

El gobernador bonaerense Axel Kicillof, junto a ministros de su gabinete y más de treinta intendentes peronistas, difundió un comunicado en respaldo a Julio De Vido. El texto califica la condena del exministro como “injusta” y reclama que se le otorgue la detención domiciliaria por razones de salud. La declaración se inscribe en un clima de tensión entre sectores del oficialismo bonaerense y el Poder Judicial, con acusaciones de persecución política y advertencias sobre la vulneración de derechos básicos.

Los firmantes expresaron preocupación por la situación médica de De Vido, quien padece una enfermedad crónica que requiere atención especializada.

Según el petitorio, mantenerlo en prisión sin garantizar un tratamiento adecuado podría implicar un riesgo grave para su integridad física y vulnerar garantías constitucionales vinculadas al derecho a la salud. En ese sentido, se exige que de manera inmediata se evalúe la posibilidad de otorgarle la prisión domiciliaria, medida que permitiría compatibilizar el cumplimiento de la condena con el acceso a cuidados médicos.

Persecución del peronismo

El comunicado no se limita a la cuestión sanitaria. Los dirigentes remarcaron que la situación de De Vido refleja un patrón más amplio de utilización del aparato judicial para condicionar proyectos políticos y criminalizar al peronismo. “Resulta grave para la institucionalidad que la Justicia sea usada como herramienta de persecución”, sostuvieron.

Adhesiones y respaldo político

Además de Kicillof, el documento lleva las firmas de Andrés Larroque y Walter Correa, junto a intendentes de peso como Fernando Espinoza, Mayra Mendoza, Mario Secco, Mariano Cascallares, Lucas Ghi, Julio Alak, Leonardo Nardini y Juan José Mussi, entre otros. La amplitud de adhesiones refleja un respaldo transversal dentro del peronismo bonaerense, que busca instalar la discusión sobre el rol de la Justicia y la necesidad de garantizar derechos humanos básicos.

La exigencia de prisión domiciliaria para De Vido no solo se plantea como un alegato contra la persecución judicial que denuncia el peronismo, sino también como advertencia frente al delicado estado de salud del exfuncionario, convirtiendo el reclamo en una necesidad urgente que trasciende lo político y se instala en el plano humanitario.

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