La cuestión Malvinas: un reclamo irrenunciable

Durante 2023, la cuestión sobre las islas Malvinas volvió a poseer la relevancia que amerita la temática. En los últimos meses, el Gobierno nacional recibió el respaldo de casi 30 países que bregaron por la soberanía de Malvinas e instaron al Reino Unido a retomar el diálogo.

Este punto de inflexión, retomó la disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido por las islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, cuyo origen fue el 3 de enero de 1833 cuando el Reino Unido, quebrando la integridad territorial argentina, ocupó ilegalmente las islas y expulsó a las autoridades argentinas, impidiendo su regreso, así como la radicación de argentinos provenientes del territorio continental.

La Argentina ha reclamado regularmente sobre la ocupación británica, ratificando su soberanía y recuperación. Además de las sucesivas resoluciones de la Asamblea General y el tratamiento de la Cuestión en el Comité de Descolonización, la Argentina cuenta con el respaldo de los países de América Latina a sus legítimos derechos sobre el territorio malvinense.

Entre quienes ratifican el reclamo se encuentran los bloques del Mercosur, la Unasur, la Celac, el G77 + China, y la Organización para la Unidad Africana.

Este año, la Unión Europea, en su última cumbre, reconoció en su documento final el principio de la integridad territorial y declaró que Malvinas es un territorio en disputa, llamándolas, incluso, por su nombre.

“Una gran mayoría de ciudadanos europeos respalda la soberanía argentina sobre las islas Malvinas”, reveló una encuesta de la consultora internacional YouGov, que ubicó a España, Alemania, Francia e Italia como los principales países que reconocen a las Malvinas como territorio argentino. Además, se indicó que “un 43% de los británicos se inclina hacia la postura argentina o se encuentra indeciso”.

Por su parte, esta renovación de apoyo internacional tuvo especial relevancia durante una reciente exposición ante el pleno de la Cuarta Comisión de la Asamblea General de la ONU donde el Gobierno argentino recibió nuevamente el apoyo de más de 30 países y donde se planteó que Argentina y Reino Unido “debían reanudar el diálogo”.

Durante el encuentro, se contó con la presencia del secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, quien en su momento destacó que en aquella reunión celebrada en octubre de este año “por primera vez se hizo presente un funcionario del tema desde Buenos Aires”, remarcando su caso.

Además, durante ese evento, Carmona declaró que “todos estos apoyos de países que han hablado en favor del reclamo argentino ­instando al Reino Unido a que retome las negociaciones son muy importantes”, en referencia a que, tras la Guerra de Malvinas en 1982, fueron suspendidas.

Asimismo, en la reciente visita que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, realizó a China, el mandatario ratificó que la cuestión del reclamo de soberanía sobre las islas del Atlántico Sur se abordó en la reunión bilateral que mantuvieron ambos mandatarios, tras concluir las deliberaciones del III Foro de la Franja y la Ruta que se desarrolló en el país asiático y aseguró que el jefe de Estado afianzó su postura en favor del reclamo.

El rechazo a la visita del canciller británico a Malvinas

El mes pasado, se dieron a conocer declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, quien había anunciado que visitaría las islas Malvinas para demostrar “su apoyo a la autodeterminación de los habitantes de ese territorio”.

El mandatario declaró en ese momento que su labor era “reiterar que sólo un gobierno conservador garantizará los intereses de aquellos que dependen del liderazgo británico, como el valiente pueblo de Ucrania enfrentando la agresión rusa”.

Ante esas declaraciones, el Gobierno nacional, consideró el anterior anuncio como una “provocación innecesaria” y se consideró que la llegada de Cleverly al ­archipiélago “será respondida por la Argentina con las formales protestas diplomáticas y el debido repudio”.

La propuesta de autodeterminación

En el marco de las elecciones presidenciales, el tema Malvinas fue uno de los puntos que han sido abordados por el sector político, renovando la polémica por la recuperación del territorio y la posición de las personas que habitan allí.

El candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, consideró que para que la Argentina recupere las islas Malvinas debe haber “un acuerdo con Inglaterra” y que, asimismo, “no se puede desconocer la posición de las personas que viven” en el archipiélago.

En esta línea, la diputada electa por LLA, Diana Mondino, había afirmado en una entrevista que los habitantes de Malvinas deben poder “decidir su propio destino”.

Ante estas afirmaciones, el Gobierno nacional las consideró como ideas “desmalvinizadoras” que “violan la Constitución y el derecho internacional”. Por su parte, la Asociación Veteranos de Guerra de Malvinas cuestionó la postura y afirmó que la autodeterminación de sus habitantes “no se aplica” porque su “población ac­tual” no es un “pueblo originario”, sino “un grupo colonizador asentado por el Reino Unido desde 1833”.

La ley de Capacitación Obligatoria

Hoy tendrá lugar el acto de lanzamiento de la capacitación obligatoria de funcionarios públicos sobre la cuestión Malvinas. La iniciativa, sancionada el 16 de junio por el Congreso de la Nación, había sido impulsada por la senadora por Tierra del Fuego María Eugenia Duré.

Se trata de una capacitación obligatoria, periódica y permanente para todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías sobre la cuestión Malvinas, instaurada por la ley nacional 27.671, y tendrá lugar en Cancillería en el Salón Libertador del Palacio San Martín, en el barrio porteño de Retiro.

La cuestión de las islas Malvinas refiere a la situación colonial en que se encuentran las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos que integran el territorio argentino. De esta manera, la formación debe tener, como mínimo, información sobre los argumentos históricos, geográficos, ambientales, jurídicos y políticos que la Nación argentina utiliza en la cuestión Malvinas; además, debe incluir temáticas sobre las normas nacionales e internacionales vigentes.