La interna libertaria estalló en las redes tras la derrota electoral

Tras la victoria del peronismo en la Provincia, el ejército digital de LLA salió a buscar culpables y pidió expulsiones en la cúpula política del Gobierno.

La derrota del oficialismo en las elecciones legislativas bonaerenses desató un vendaval interno. Apenas conocidos los resultados, la tropa digital libertaria, alineada con el asesor presidencial Santiago Caputo, inició una cacería de culpables y pidió cabezas dentro de La Libertad Avanza (LLA).

Los mensajes fueron tan virulentos como inmediatos. No había terminado el escrutinio cuando el armador libertario bonaerense, Sebastián Pareja, ya era señalado como responsable del fracaso en el principal distrito electoral del país. Su nombre apareció en decenas de posteos que exigían su salida inmediata del espacio. Para muchos de los militantes digitales, la campaña que diseñó estuvo plagada de errores y desconexión con el electorado.

Pareja, sin embargo, no fue el único apuntado. Ramón “el Nene” Vera, diputado provincial de LLA y excandidato a intendente de Moreno por el Frente de Todos, también quedó bajo fuego. A él le atribuyen haber organizado el cierre de campaña en el club Villa Ángela, de Moreno, con la participación de barrabravas, un gesto que contradice el discurso de transparencia y renovación que pregona el oficialismo.

Las críticas tomaron forma pública a través de referentes de la militancia digital libertaria. Daniel Parisini, conocido en redes como el “Gordo Dan”, publicó una foto de Pareja y Vera con un mensaje contundente: “Esto no se puede permitir nunca más”. Otro usuario activo, @BetoMendeleiev_, fue todavía más lejos: difundió una imagen de Pareja hablando tras la derrota y escribió: “¿Lo van a colgar en vivo o qué mierda hace hablando este tipo?”.

La furia digital, sin embargo, no se detuvo en los responsables de la campaña bonaerense. El fuego amigo alcanzó a la propia Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y principal sostén político de Pareja. Para muchos de los militantes libertarios, fue ella quien lo colocó en ese lugar y lo empoderó para manejar la estrategia en la provincia. La derrota, en consecuencia, también la salpica.

El malestar se monta sobre una serie de denuncias de corrupción que vienen golpeando al oficialismo desde hace meses. El caso $Libra en febrero fue apenas el primero de una cadena que incluyó contratos millonarios con empresas vinculadas a la familia Menem, la filtración de audios sobre supuestas coimas en la Andis y otras irregularidades que erosionan el discurso anticasta.

Paradójicamente, la ira digital no toca al área económica. El plan de ajuste que conduce Luis Caputo en el Ministerio de Economía, pese a haber deteriorado el poder adquisitivo de millones de argentinos, no es cuestionado por la militancia online. La bronca se concentra en el ala política, como si el problema estuviera únicamente en la estrategia electoral y no en la gestión que llevó al oficialismo a perder casi 14 puntos en la Provincia.

La respuesta al golpe sufrido en las urnas no fue una autocrítica sincera ni replanteo del rumbo económico, sino un estallido digital que busca chivos expiatorios. Mientras tanto, la crisis interna se profundiza y amenaza con dejar al oficialismo sin cohesión en el momento en que más lo necesita.

Noticias Relacionadas