Milei promete reformas mientras la crisis se profundiza
En una gira electoral marcada por protestas y escraches, Milei habló en San Nicolás sobre reformas laborales en plena emergencia económica.
En San Nicolás, el Presidente Javier Milei convirtió un acto en la planta de Sidersa en una tribuna electoral. Allí anunció una reforma laboral y tributaria “para dar previsibilidad a las empresas e incentivar la contratación formal”, aunque evitó precisar cómo se implementarán los cambios ni qué controles garantizarán su cumplimiento.
El mandatario se limitó a repetir consignas sobre “flexibilización” y “reducción de impuestos”, celebrando además el respaldo financiero de Estados Unidos, como si se tratara de un logro propio. El tono fue más de campaña que de gestión, con promesas grandilocuentes en un contexto de recesión, caída del consumo y casi 300 mil nuevos desocupados en menos de dos años.
Milei aseguró que eliminará 20 tributos y permitirá mayor libertad en los acuerdos laborales, incluso habilitando el pago en moneda extranjera. Con un discurso cargado de consignas trilladas, volvió a apuntar contra la “industria del juicio”, sin mencionar cómo se protegerán los derechos de los trabajadores en un esquema de mayor desregulación.
El Presidente insistió en que el próximo Congreso será “más reformista” y que sus medidas inauguran una “nueva era”, en un mensaje dirigido directamente a los votantes antes de las legislativas del 26 de octubre. Economistas y opositores advierten que las promesas de flexibilización laboral y reducción tributaria, puede agravar la inestabilidad y debilitar la protección laboral.
El acto en San Nicolás evidenció que la frontera entre gestión y campaña se borró por completo. Las reformas anunciadas aparecen más como recurso electoral que como un plan económico consistente.
