Peronismo bonaerense: la unidad como horizonte en medio de tensiones internas
Con el calendario electoral en marcha y el fallo judicial contra Cristina Kirchner como punto de inflexión, los principales sectores del peronismo bonaerense comenzaron un proceso de reordenamiento que apunta a un frente común.
El peronismo bonaerense transita semanas decisivas. Con las elecciones provinciales del 7 de septiembre como primer mojón en el calendario y el cierre de listas a la vuelta de la esquina, los principales espacios internos iniciaron un complejo proceso de negociación con un objetivo común: llegar unidos.
El primer movimiento vino por parte del Partido Justicialista bonaerense y el Frente Renovador, que acordaron avanzar en la constitución de un frente electoral común. El entendimiento, que involucró a los apoderados de ambas fuerzas, busca establecer una estructura jurídica compartida y una junta electoral única para las elecciones de septiembre y octubre. El frente, que podría llamarse “Peronismo”, se propone ampliar su base incorporando a otros aliados históricos como Nuevo Encuentro, Patria Grande y el Partido Solidario.
Mientras tanto, desde el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), que lidera Axel Kicillof, la estrategia fue clara: acompañar la construcción de unidad, pero con condiciones. En La Plata reconocen el valor del entendimiento entre los otros sectores, pero insisten en la necesidad de una representación proporcional al peso político del Gobernador, tanto en las listas como en la toma de decisiones.
Lejos de una fractura, el escenario se presenta como una disputa interna por los espacios de poder en un marco de acuerdos en curso. Desde el MDF repiten que “la unidad es imprescindible frente a los libertarios”, pero advierten que no están dispuestos a ser meros espectadores del armado. “Si se busca una lista común, la representación tiene que reflejar las responsabilidades de gestión y la fuerza territorial de cada sector”, afirman desde la capital bonaerense.
El trasfondo de estas tensiones es el intento de recomposición luego del cimbronazo que significó la condena contra Cristina Fernández de Kirchner. La movilización del 18 de junio en su respaldo sirvió como catalizador político: la consigna de unidad ganó fuerza y se aceleraron los tiempos para avanzar en definiciones concretas.
Los próximos días serán claves. El 9 de julio vence el plazo para inscribir alianzas, y el 19 se deberán oficializar las listas. Mientras tanto, continúa el trabajo entre apoderados, reuniones en Matheu 130 y plenarios seccionales del MDF.