
Ladrón muerto en Ringuelet: cayó el segundo implicado
Se trata del cómplice del delincuente abatido, el cual había huido de la escena. Lo sorprendieron queriendo cometer otro asalto y además contaría con amplios antecedentes.
Se trata del cómplice del delincuente abatido, el cual había huido de la escena. Lo sorprendieron queriendo cometer otro asalto y además contaría con amplios antecedentes.
En el caso hay un detenido, mientras que otros dos siguen prófugos.
Una semana después del feroz tiroteo, que terminó con la vida del maleante, las autoridades continúan con la investigación y buscan al otro sospechoso.
El caco era un menor de 17 años y recibió al menos cuatro disparos. Además, buscan a su cómplice, que sigue prófugo.
Además, la Policía busca al cómplice del caco abatido que quedó filmado por una cámara de seguridad mientras escapaba de la escena con un arma en la mano.
El caco de 17 años con numerosos antecedentes apuntó junto a un cómplice a la cajera de una distribuidora. El dueño observó la maniobra en una cámara de seguridad y lo abatió.
Por el momento no se tomó ninguna medida con el numerario retirado porque se entiende que actuó en legítima defensa.
Antes de entregarlo a las autoridades lo sometieron a una verdadera paliza, provocándole cortes. Los frentistas aseveraron que los agentes de la fuerza no dan respuestas.
Lo sorprendió junto a otros dos cómplices cuando salía de visitar a su familia. El agente estaba vestido de civil y franco de servicio cuando ocurrió la balacera.
El inesperado hecho se produjo en el barrio Sol de Mayo, en la ciudad de Corrientes.
El agente Federal viajaba junto a su pareja, cuando frenaron a comprar chocolates en un kiosco y terminaron siendo abordados por el delincuente.
Parte de la vestimenta del delincuente abatido.
Fue trasladado a la comisaría Decimotercera por los delitos de “robo en grado de tentativa, violación de domicilio y daños”.
El sangriento suceso fue primicia de este medio. Los arrestados, de entre 20 y 26 años, forman parte de la banda de los chilenos, que también atacaron en Ensenada.
El sospechoso resultó ser un sargento que estaba con licencia psiquiátrica. Toda la secuencia quedó filmada e investigan lo sucedido.
El joven tenía el 90% de su cuerpo quemado.
Personal policial secuestró el arma utilizada y certificaron que el vecino estaba registrado como legítimo usuario.
El agente estaba franco de servicio y vestido de civil, por lo que el hampón no se dio cuenta hasta que fue tarde.