Benicelli, condenado por el crimen de Fernando Báez Sosa, rompió el pacto de silencio
Matías Benicelli dijo que fue perjudicado en pos de beneficiar a otros de los implicados.
Finalmente se rompió el pacto de silencio de los rugbiers que asesinaron en patota y a golpes a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, en enero de 2020. En las últimas horas, uno de los ocho detenidos, que cambió su abogado (el mismo que patrocinó a todos en la previa del juicio y durante el mismo), decidió hablar y denunció un grave suceso.
Se trata de Matías Benicelli quien, al igual que Máximo Thomsen, ya no es más defendido por Hugo Tomei. El joven, que ahora tiene como abogado a Carlos Attias, dijo a través de este que fue perjudicado en pos de beneficiar a otros de los implicados.
Relató que aceptó a Tomei porque fue “persuadido de designarlo para mi defensa técnica a fin de no entorpecer la defensa de otros coimputados”, y detalló que la estrategia de Tomei fue que los que estaban más comprometidos “recibieron una pena menor”. De hecho, admitió que alguno de los asesinos habrían querido declarar ante el Tribunal y ante los medios, pero el letrado “les habría advertido que al hacerlo entrarían en contradicciones con sus compañeros”.
Además, Benicelli detalló que tenía un testigo clave a su favor, que Tomei había considerado presentarlo en el juicio, pero después desistió. Se trataba de Alejo Milanesi, otro de los que era parte del grupo y que fue absuelto de la causa.
“(Tomei) Lo propuso para que este manifestara lo que vio y escuchó de lo sucedido esa noche, por ser un testigo privilegiado en el lugar, y porque mediante sus declaraciones podría persuadir a los sentenciantes que mi participación no fue determinante en el resultado de la muerte de Báez Sosa”, expresó el condenado, y luego añadió: “Pero quien debía garantizar mi defensa, inexplicablemente, desistió del testigo en la misma audiencia. Las explicaciones que me brindó con posterioridad es que su declaración podría agravar la situación procesal de los otros codefendidos”.