Bestial crimen en Romero: la Policía no logra dar con los asesinos

Pese a que se trató sin duda de unos de los crímenes más resonantes de los últimos tiempos en nuestra ciudad, por la brutalidad empleada, aún nada se sabe de los implicados en el asesinato del joven de nacionalidad paraguaya. Él fue acribillado en un sector de Melchor Romero, frente a un supermercado y con varias personas circulando por la calle.

Tal como este mutimedio publicó oportunamente, Rubén Fleitas, de 23 años, fue ultimado a las 18.30 del domingo en las calles 167 entre 523 y 524, mientras circulaba en una moto. Fue sorprendido por dos hombres, al menos uno de ellos armado con una pistola, y al parecer sin que mediara palabra alguna, abrieron fuego. Una testigo indicó que escuchó 19 detonaciones, y que luego vio ese número de vainas servidas alrededor del cadáver de la víctima, aunque no todas pegaron en ella.

De acuerdo al resultado de la autopsia, practicada el lunes, en el cuerpo del damnificado había cerca de 15 impactos, siete de ellos en la cara y en el cráneo. El resto, en diferentes partes del tórax. “Le pegaron un tiro, cayó y le siguieron tirando estando en el piso, a corta distancia”, le contó a Trama Urbana un jefe de la fuerza.

Consumada la agresión, los implicados se fueron a las corridas, aunque ahora los detectives que tomaron el caso analizan si luego se subieron a un vehículo, que dejaron estacionado en 524 y 167. Para intentar dar con ellos, además de entrevistarse con todo aquel individuo que haya presenciado la ejecución y con familiares del fallecido (que residía en la zona y tenía antecedentes penales), los uniformados hicieron un relevamiento de las cámaras de seguridad del área, públicas y privadas, con el fin de detectar la huida y las características de los malvivientes.

¿Crimen narco o robo?

Si bien en un primer momento se habló de un presunto ajuste de cuentas, dada la modalidad del hecho, los pesquisas no descartan “ninguna hipótesis”. Admiten que pudo haberse tratado de un asunto con tinte narco, pero no se animan a descartar del todo la posibilidad del robo.