De no creer: el ladrón que baleó al kiosquero ya había cometido robos en el lugar

En apenas cuatro meses, quedó registrado en otros dos ataques en el mismo sitio, siempre a mano armada tras simular ser cliente. Todavía no pudieron dar con él.

Mientras continúa la conmoción por el brutal asalto que terminó con un kiosquero baleado en pleno centro de la ciudad y a plena luz del día, se supo ayer que el implicado ya había cometido al menos otros dos atracos en el mismo lugar durante los últimos cuatro meses. Pese a que los tres sucesos quedaron registrados en cámaras de seguridad, insólitamente la Policía no logra dar con él, aunque las imágenes ya recorrieron todo el país ya que la noticia tuvo repercusión nacional.

El modus operandi del delincuente, de fácil identificación ya que mide cerca de dos metros, es siempre el mismo. Ingresa cuando no hay clientes al local de 54 entre 8 y 9 (a escasos metros de la comisaría Primera y de los juzgados platenses, donde se supone que debería abundar el patrullaje), simula ser un comprador agarrando algún producto y luego enfila hacia la caja y apunta al empleado de turno, para escapar segundos después con todo el dinero de la recaudación.

El primer atraco, al menos registrado, se materializó el 15 de mayo de este año, cuando el caco, apodado “Yeti” y en esa ocasión con una campera blanca, entró, agarró una bebida de una heladera y, de repente, sacó un arma de fuego, encañonó a la víctima, la golpeó y le sacó el efectivo de la caja.

Cometió el mismo delito el 12 de junio, ahora con una mochila y vistiendo una campera verde. Ni bien finalizó la treta del falso cliente, encaró hacia el chico que estaba trabajando y lo amedrentó a tal punto que el damnificado tuvo que esconderse debajo del mostrador. Si bien ambos incidentes quedaron grabados en la cámara del kiosco, en todo este tiempo las autoridades oficiales no pudieron dar con él.

Tres tiros

Así, libre y caminando por las calles platenses de manera impune, repitió el accionar a las 16.20 del lunes. En esta oportunidad ganó el interior del lugar con una campera inflable, un pantalón beige y zapatillas. Disimuló unos pocos instantes hasta que entró en acción, sacando una pistola que escondía en la bolsa que llevaba en sus manos.

Acorraló contra la caja a Oscar de la Canal (49) y en un momento dado le efectuó tres disparos, justo cuando había ingresado una niña de cinco años a hacer unas compras. Uno de los proyectiles impactó en el abdomen del hombre, que cayó al piso. Lejos de amedrentarse, el caco lo pasó por arriba y manoteó la recaudación, para escapar una vez que el damnificado se había acercado a la puerta, arrastrándose.

Se perdió de vista rápidamente y los voceros consultados analizan si lo hizo en un vehículo, ya que no pudieron hallarlo pese al operativo cerrojo que implementó la Policía.

En cuanto al comerciante, fue trasladado consciente pero con una gran pérdida de sangre hasta el hospital San Martín, donde fue estabilizado y se encuentra fuera de peligro.

Testimonio exclusivo

Delia, la prima de la nena que fue testigo del caso, le contó a Trama Urbana que “ella llegó asustada y hasta escuchó cuando el delincuente le pedía toda la plata al kiosquero. Vio el momento del disparo”, y señaló que por la zona “roban chicos de la calle, son siempre los mismos y yo tengo miedo porque acá somos dos chicas y puede pasarnos a nosotros”.

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