El acusado de matar al joven que estuvo 41 años desaparecido se presentó en la fiscalía
El principal sospechoso de la muerte de Diego Fernández se presentó ante la Justicia.
Cristian Graf, el principal sospechoso de la muerte de Diego Fernández, el adolescente que fue asesinado en julio de 1984 y cuyos huesos se hallaron en mayo de este año en una vivienda de Coghlan aledaña a donde vivió Gustavo Cerati, se presentó ayer de manera espontánea en la fiscalía.
El hombre fue hasta el edificio judicial, pero el fiscal Martín López Perrando no se encontraba: “Habló con un auxiliar fiscal y se mostró dispuesto a declarar”.
Mientras continúa la incertidumbre para saber qué pasó con el joven, de 16 años, los ojos están puestos en Graf, compañero de Fernández en la secundaria, debido a que los huesos fueron encontrados en el patio de la casa de su familia.
Ayer Perrando le tomó testimoniales a otros testigos para seguir avanzando con la investigación. Se tratan de seis personas, tres excompañeros de colegio de la víctima y tres obreros que estaban el día del hallazgo de los restos.
A estos, al parecer, Graf les dijo diferentes hipótesis sobre los huesos. Primero, que antes en esa propiedad había caballos, después que podían ser restos asociados a una vieja iglesia que ocupó la manzana y, por último, que cuando hizo la pileta pidió un camión de tierra para nivelar el jardín y, tal vez, los huesos vinieron ahí.
Por el momento no hay ninguna imputación ni posible medida de detención contra él, aunque sí existen sospechas frente a la aparición de los huesos en la vivienda que pertenece a la familia desde la década de 1970.
Por lo pronto, el hombre se quejó ante la fiscalía de que los medios lo persiguen, de que lo espían con drones y, en ese sentido, su esposa y su hijo mayor cerraron sus cuentas en las redes sociales.
