horror

El cuerpo de Ayelén estaba en un sillón, tapado con una manta y la cabeza destrozada

Los vecinos de Altos de San Lorenzo que vieron la escena la catalogaron de dantesca. Otros aseguraron que si ellos no atrapaban al remisero, la Policía jamás lo hubiera hecho.

Ayelén Arredondo, estudiante de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata de 23 años, la mataron en el marco de un robo el sábado a la mañana en su casa de Altos de San Lorenzo y todavía perdura la conmoción en el barrio. Ayer se conocieron nuevos detalles del brutal suceso del que fue víctima. Por el hecho hay un remisero detenido desde ese mismo día, ya que fue capturado por los propios vecinos de la zona.

Una frentista, que se convirtió prácticamente en testigo del sangriento hecho junto a su marido, narró: “En ningún momento hubo pedido de auxilio. Sí se sintieron palabras, una mujer que decía: Basta, basta, pero pensamos que se trataba de una discusión, que era algo más normal. Nunca pensamos que se trataba de esto. Después no se sintió más nada y nosotros seguimos con nuestras cosas”.

Pocos minutos después de eso entraría en acción el panadero que retuvo en primer término a Marcelo Saleh (55), el principal sospechoso del homicidio. “Él salió con la camioneta y su esposa empezó a pedir ayuda y que llamáramos a la Policía porque había pasado algo”, continuó diciendo la lugareña.

Indicó que los hombres salieron detrás del comerciante, para colaborar con él y capturar al criminal, mientras que ella y la esposa del panadero subieron a la casa donde residía Ayelén, para certificar qué había ocurrido.

“Estaba abierta la puerta de abajo, que da a una escalera porque arriba son varios departamentos. El de ella tiene un ventiluz, que estaba abierto. Nos encontramos con un cuadro dantesco, terrible”, siguió narrando.

Según su testimonio, la víctima “estaba en el sillón, tapada con una manta hasta el cuello y la cabeza destrozada. Nos topamos con ese cuadro. Yo traté de que me hiciera alguna seña pero no contestó. Me desesperé por intentar abrir la puerta y me descompuse”. Añadió que la joven tenía tantos golpes en el rostro que “estaba irreconocible, pensamos que era su madre”.

Por último, sentenció que Saleh “se fue caminando tranquilo y los vecinos no lo golpearon en ningún momento. A la Policía le dijo que no había hecho nada y que las heridas que tenía (provocadas por Arredondo durante su desesperada defensa) eran producto de una pelea en una villa por unos cigarrillos”.

Asesinada a golpes

Cabe recordar que el remisero pasó a buscar a los padres de Ayelén (su madre trabaja en la Comisaría de la Mujer de Berisso) por su casa de 75 entre 21 y 22 a las 5.30 del sábado, para llevarlos, como ya había hecho otras veces, hasta la Unidad Penitenciaria 42 de Florencio Varela, donde el matrimonio tiene un hijo detenido.
 Al llegar allí, la pareja dejó en el VW Polo en el que fue trasladada una riñonera, ya que no podían ingresar al penal con el celular que allí había. Además, también estaban las llaves del inmueble.

Pese a que eran sus clientes, el hombre (que tenía que esperarlos durante cuatro horas para después llevarlos de nuevo a La Plata) regresó a la finca de Altos de San Lorenzo, pero ahora con fines ilícitos, creyendo que no iba a haber nadie. Al entrar a la propiedad se topó con la estudiante, ella lo reconoció y él la atacó hasta matarla, a golpes y con una barreta, para que no lo delatara.

Escapó con $8.000 pero fue capturado por los propios vecinos. “Si no lo hacíamos nosotros, sin duda hubiera huido y la Policía nunca hubiera podido dar con él”, refirieron estos.

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