Se negó a declarar el chacal acusado de violar a una panadera en Las Cañitas
El chacal fue apresado el miércoles por detectives de la División Delitos contra la Integridad Sexual de la Policía de la Ciudad en Escobar.
El presunto violador de Las Cañitas se negó ayer a declarar ante el juez en el marco de la causa que lo tiene preso. Está acusado de haber asaltado y abusado sexualmente el pasado domingo de una empleada de 20 años en una panadería de esa zona del barrio porteño de Palermo, por lo que continuará detenido.
Paulo Díaz (35) fue trasladado para su indagatoria desde la Alcaidía 9 Bis de la Policía de la Ciudad, en el barrio porteño de Parque Avellaneda, donde estaba alojado, a la alcaidía de la Unidad 28 del Servicio Penitenciario Federal (SPF) en el Palacio de Tribunales. Sin embargo, asesorado por su defensa oficial, optó por el silencio ante el juez Manuel de Campos y el fiscal Carlos Velarde.
A Díaz le fue leída la imputación completa que pesa en su contra y las pruebas que lo incriminaron. Entre ellas, el análisis de las huellas dactilares halladas en un envase de jugo que lo identificaron como el agresor sexual.
Quedó detenido acusado de “robo y abuso sexual con acceso carnal”. El primero tiene una pena de un mes a seis años de cárcel y, el segundo, entre seis y 15 años de prisión.
El chacal fue apresado el miércoles por detectives de la División Delitos contra la Integridad Sexual de la Policía de la Ciudad en Escobar.
Más allá de que había quedado filmado por las cámaras de seguridad del local, la clave de la investigación por la que se logró identificarlo fueron las huellas dactilares que el abusador dejó en un envase tetrabrik de jugo Cepita del Valle. Que los peritos de la Policía Científica recuperaron para cotejarlas con distintas bases de datos.
Otros elementos que sirvieron para su identificación fueron un tatuaje en su antebrazo izquierdo, una cicatriz sobre la ceja del mismo lado y una reconstrucción fotográfica digital de su rostro.