Vivir en La Plata se convirtió en una pesadilla: bronca por otros dos robos
En City Bell desvalijaron una casa y en la zona Oeste amenazaron con un cuchillo a un hombre para sustraerle todo lo que llevaba consigo.
Mientras la Policía Bonaerense hace la vista gorda y cambian constantemente tanto los titulares de las comisarías como los encargados de la Jefatura Departamental, sin que en realidad nada cambie, los robos siguen siendo moneda corriente en La Plata. En la ciudad los delincuentes se sienten como en su casa y cometen infinidad de atracos, siempre con el mismo resultado: la impunidad.
En las últimas horas hubo que lamentar dos nuevos sucesos que hicieron estallar, una vez más, a los vecinos. Fuentes oficiales relataron que uno de los sucesos tuvo lugar durante el mediodía del lunes en una vivienda de City Bell emplazada en las calles 460 entre 24 y 26. Allí reside una familia, que se ausentó por un rato del lugar solo para constatar, al regresar, que sujetos desconocidos habían ganado el interior de su casa sin que nadie lo notara. En cuestión de minutos, los hampones se hicieron del dinero en efectivo y diferentes elementos de valor. Además, causaron un gran alboroto, tirando todo a su paso y dejando absolutamente toda la finca desordenada.
Con el botín asegurado, se dieron a la fuga con rumbo desconocido y hasta el cierre de esta edición nada se sabía de ellos. “Está terrible el barrio”, admitió una de las víctimas. Y otro residente también se manifestó: “La verdad es una vergüenza. En un país organizado y ordenado, esto lo resuelve la Policía y la Justicia; en nuestro país, los ciudadanos”.
Connivencia
En tanto, un hombre armado con un cuchillo sorprendió a otro ayer en la zona de 177 y 41. Salió de un campo, amenazó al damnificado y en cuestión de segundos le sustrajo su celular, así como también un bolso verde, en donde guardaba diferentes pertenencias.
Pese al violento incidente y al tiempo transcurrido, las autoridades policiales no solo no capturaron al ladrón sino que ni siquiera cuentan con los datos suficientes para, al menos, localizarlo.
“Vivir en La Plata se convirtió en una pesadilla, una Odisea. Es un peligro y la Policía, que tiene que defendernos, trabaja en connivencia con los delincuentes. Es insólito”, se lamentó otro vecino.