Del festejo al parte médico: el Pincha celebra, pero mira de reojo la enfermería

La final frente a Racing dejó dos lesionados clave que el Pincha intentará recuperar para su duelo ante Platense.

La noche fue eterna, el festejo merecido y la estrella ya brilla en el escudo. Sin embargo, en Estudiantes la lógica del alto rendimiento no da respiro. Apenas consumada la consagración en el Torneo Clausura, el plantel albirrojo ya puso la cabeza en el próximo desafío: la final del Trofeo de Campeones del sábado en San Nicolás frente a Platense. Y en ese camino, las primeras noticias no fueron todas buenas.

El título ante Racing dejó secuelas físicas importantes y dos lesiones que encendieron las alarmas en City Bell. La más preocupante es la de Santiago Arzamendia. El lateral paraguayo debió salir a los 89 minutos tras una disputa con Juan Nardoni y se lo vio visiblemente dolorido en su pierna derecha. En los festejos posteriores, la imagen fue elocuente: bota ortopédica, sin poder apoyar el pie y con gestos de preocupación. En las próximas horas se someterá a estudios, pero en el cuerpo técnico saben que el panorama no es alentador y temen una lesión ligamentaria en la rodilla. En medio de una jornada histórica, fue la peor noticia para el Pincha.

El otro caso confirmado es el de Tiago Palacios. El mediocampista tampoco pudo completar la final y terminó pidiendo el cambio por una molestia muscular. Si bien también será evaluado, todo indica que se trataría de un desgarro, lo que prácticamente lo deja descartado para el cruce del sábado. Una baja sensible por su dinámica y capacidad para romper líneas.

Pero no son los únicos focos de atención. El desgaste fue enorme. El partido ante Racing se estiró al suplementario y exigió al límite a varios futbolistas.

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