Final cantado: Marzola pegó el portazo en Gimnasia

A 48 horas de abonar la segunda cuota de los sueldos de los empleados, el tesorero del club renunció, desgastado por la interna que empoderó nuevamente a Gabriel Pellegrino. Preocupación entre los asalariados de la institución.

Desde finales de diciembre de 2020, este diario venía dando cuenta de las internas y las diferencias entre los dirigentes de Gimnasia, que solamente se habían zanjeado de forma temporal a días de la muerte de Maradona, cuando al presidente Gabriel Pellegrino se le ocurrió pegar el portazo mediático que luego nunca terminó de concretar en la esfera institucional.

Ayer, un nuevo capítulo de renuncias, posicionamientos y diferencias de criterios dejó al club al borde de una crisis institucional, ya que el protagonista es nada menos que el dirigente con poder de firma para avalar todas las operaciones económicas del club.

Se fue Gerardo Marzola, secretario de finanzas y dirigente muy cercano a Jorge Reina, el exvicepresidente que había renunciado en el mes de enero, y a quien habían seguido otros dirigentes del club.

Marzola venía firmando todas las decisiones que se tomaron durante la gestión de Gabriel Pellegrino, comenzando con la de quebrar al club para pedir el concurso de acreedores en diciembre de 2016.

Venía arrastrando un largo desgaste, ya que avaló con su firma decisiones que fueron muy fuertes y que podrían derivar en un pedido de explicaciones a futuro por parte de otros socios por las vías institucionales, como el pedido de revisión de cuentas o sanciones internas por los resultados de los manejos financieros durante el gobierno del empresario del rubro de las droguerías.

Ayer, en un escueto comunicado, aludió “estrés” para justificar su salida, dejando al gobierno del club recluido en un minúsculo grupo de dirigentes aliados a Pellegrino, quien durante febrero decidió solo la salida de Paradela, aceptó las condiciones por la venta de Nacho Fernández, resolvió la llegada de Rodrigo Rey y estuvo a nada de cerrar la incorporación de Robert Herrera.

Ahora es Marzola, pero hace unas semanas fue el arquitecto Giménez y antes Pucho Ferrer. Todos en algún momento le respondieron a un presidente que ahora se quedó solo con Mauro Coronato y Daniel Giraud, apuntado por los socios por la decisión de volver a jugar en el estadio de 25 y 532.

La renuncia de Marzola a un mes de haberse concretado la salida de Jorge Reina despierta mucha incertidumbre entre los empleados del club, que lograron cobrar en los términos acordados con Utedyc en tiempo y forma, entre otras cosas por el aporte personal que Jorge Reina realizó cuando las cuentas en el club no daban para pagar los sueldos.

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